Unicaja y el círculo virtuoso

Inmerso en una espiral positiva impensable apenas tres años atrás, el Unicaja sigue explorando sus límites con una plantilla que sigue bordando la historia con oro

Así fue la final

Las imágenes del Unicaja campeón de la BCL
Las imágenes del Unicaja campeón de la BCL / BCL

Atenas/Badalona, Belgrado, Singapur, Murcia, Las Palmas y Atenas. Lugares en dos continentes y cuatro países en los que el Unicaja ha plantado su bandera en los últimos 27 meses. Seis títulos, una absoluta locura irrepetible, de un equipo que sólo conjuga el verbo ganar. Inmerso en una espiral de felicidad que parece no tener fin, en la capital ateniense ha bordado el último trofeo de una colección que amplía a todos los dedos de la mano la cantidad de títulos en el casi medio siglo de historia del club. Más de la mitad en este lapso histórico. De alguna manera, la trayectoria del club en el siglo XXI estaba poco premiada en forma de plata. Ahora se lo está cobrando con intereses.

Está el Unicaja en un círculo virtuoso como club y como entidad, obtiene títulos y se siente poderoso y ganador. En el verano de 2021, cuando entró en la presidencia del club, Antonio Jesús López Nieto tomó una decisión estratégica clara. Dejar el sí pero no de la Euroliga, la ensoñación de volver desde la Eurocup a la máxima competición. Estaba en un duermevela constante la entidad, dependiente de su equipo, sabiendo lo que había sido pero sin la certeza de lo que quería ser. Y eligió el camino de la Basketball Champions League, la FIBA. Se entendió entonces como una decisión poco ambiciosa, conformista, que certificaba que los propósitos del club pasaban por bajar los niveles de exigencia. Con el tiempo, una decisión certera que ha cambiado el curso de la historia de la entidad. Fue una toma de tierra que, tras un primer año que fue el peor deportivamente de los 30 últimos, sirvió para redimensionar los objetivos y centrar los disparos. Lo decía el presidente del La Laguna Tenerife, Félix Hernández, que se despedía en la gala de premios de la BCL diciendo que “esta competición cambió la historia de nuestro club”. Y lo cierto es que la repetición de este título en Atenas tras el de Belgrado, en clave cajista, implica que se ha ganado la mitad de las ediciones en las que se ha participado. El ideal supremo era lo de la Final Four de 2007, estar en Atenas con CSKA y Panathinaikos tras haber tumbado al Barça. Pero no dejaba de ser una ensoñación que hacía daño.

Los protagonistas están en la pista y los despachos. Al principio de esta semana, el presidente y el director deportivo, Antonio Jesús López Nieto y Juanma Rodríguez, explicaban en estas páginas algunas decisiones estratégicas que se tomaron en los orígenes. La claridad en las jerarquías era una de ellas. También las elecciones puntuales, con un punto de suerte. Que la mala marcha del equipo propiciara la destitución de Katisikaris y que en el espacio y tiempo se hubiera producido la de Ibon Navarro en Andorra apenas dos semanas antes. Tras unos primeros meses de versión beta en la que se sufrió bastante, el esencial verano de 2022 que lo cambió todo, con un acierto marciano en los fichajes para conformar un bloque competitivo desde el primer día. Para cautivar de nuevo en poco tiempo a una afición desencantada en el trienio anterior, en el que el equipo había desaparecido de las grandes citas, con apenas aquella final de Copa precovid en el Carpena como único recuerdo ciertamente positivo dentro una penumbra constante.

Las conversaciones con compañeros de medios de otros países presentes en Atenas llevan a preguntas constantes sobre la forma de trabajar de Ibon Navarro, sobre los planes futuro del club. En este periodo ha crecido el presupuesto del club de los 10.5 millones a casi 16. El trabajo del club ha permitido aumentar ingresos, el 60% lo genera el club con recursos propios, cifra récord en la historia de la entidad, que siempre cuenta con el respaldo de Banco y Fundación para mantener un punto de partida altos.

¿Hasta cuándo durará esto? Es una pregunta lógica. Es normal que el entrenador llame la atención, que los jugadores más golosos y con mayor proyección tengan proposiciones de lugares más poderosos económicamente y con la Euroliga como señuelo para crecer deportivamente. El club ha intentado hacer los máximos deberes posibles en cuanto a las ampliaciones de contrato para guardarse un posible ingreso en caso de salida. “Las cláusulas no se negocian, nunca”, debaja claro López Nieto.

Mientras tanto, a disfrutar de estos días de vino y rosas, con un objetivo aún para redondear la temporada, pelear al máximo la Liga Endesa, el único reto que le queda por conseguir a esta plantilla ya parte de la enciclopedia del baloncesto malagueño, andaluz y español, que dejó en la cuna de la civilización y una de las catedrales del baloncesto continental, con dos partidos partidos plenos de corazón, otra muestra más de su fiereza competitiva.

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