Unicaja - UCAM Murcia: Job is not finished (12:30)

El Unicaja recibe al UCAM Murcia (12:30 horas) en la reanudación de la ACB con ese preámbulo del título de BCL en Atenas, ante un rival peligroso y motivado por el recuerdo del pasado play off

Sito quiere una fiesta rápida

Afición del Unicaja en la fiesta de BCL.
Afición del Unicaja en la fiesta de BCL. / Javier Albiñana

El cuarto título no deja saciado al Unicaja. Algo flota en el ambiente dentro de la plantilla malagueña, con una alegría controlada tras ganar la BCL, consciente que se está completando una temporada irrepetible. No hay una euforia, esa expresión de un equipo que ha ganado muchísimo. Cada título tiene su impacto y efectos, el Unicaja sigue lanzando esos inputs de un modelo consolidado y ganador, también dominó el equipo malagueño en esos foros del Sunel Arena, el embellecimiento de un proyecto al que se toma como referencia en Europa. "Si Juanma y yo fuéramos balcánicos...", bromeaba López Nieto en estas páginas antes de iniciar la misión de Atenas. Ahora copian al Unicaja. Seis títulos en esta etapa de vino y rosas, la más radiante en la historia del club. Pero hay un deseo intenso por la ACB, una máquina que se pone de nuevo en marcha.

Para dar paso a la décima bandera en el Carpena, tomada gran parte de la tribuna. No suele gustar a los entrenadores esa parafernalia previa que puede descentrar la atención y dar a entender que no es un partido serio. Hay quien piensa que lo festivo no es halagüeño, pero no sobran los títulos para no celebrar. También hizo su trabajo particular Sito Alonso, que le pedía a Ibon Navarro una cosa rápida, con un tono donde acompañaba una sonrisa fina pero es fácil sospechar del técnico del UCAM, testigo de ese preámbulo (12:30 horas). Un rival incómodo y que tratará enredar en esa atmósfera de júbilo, pero está muy acostumbrado el Unicaja a cómo cambiar el chip tras esa ceremonia. Problemas y soluciones de rico. Vendrá el conjunto universitario motivado a Málaga por esa epopeya de la pasada semifinal de ACB, la mayor alegría en la historia del club murciano, sufriendo ese retroceso natural tras esa temporada en el cielo. Pero no es malo el año en Murcia, con un núcleo duro que se mantiene y una entidad bien trabajada, rondando play off (10º y a una victoria), su sitio por músculo. Peligra la BCL, ante un trasvase de Joventut o Granca, tampoco le ayuda el título de Bilbao en FIBA Europe Cup. Las plazas son justas, y Alejandro Gómez, ideólogo del club, hacía alguna declaración esta semana para tomar posición.

El Unicaja parece planear después de una preparación sesuda, esa alteración en el proceso que repitió Ibon con respecto a temporadas anteriores, para llegar a estas semanas calientes en ese estado peak. No apareció un baloncesto desbordante en Atenas, se ha ensalzado en el club el cómo se ganó la Final Four y ese registro distinto, de exhibir control y dureza, un equipo inabordable salvo algún tramo de la semifinal. Aplastante en ese dominio atmosférico y donde tampoco necesitó esos torrentes de baloncesto, una locura que sí apareció en Gran Canaria, por ejemplo. Una lectura muy positiva del fin de semana, esa robustez malagueña que quizá se perdió en alguna fase del camino. Algo de culpa tiene ese excel, con unas métricas perfectas y alineadas en este sprint final, y con 14 jugadores con la reaparición de Djedovic. El bosnio es duda, pero será ahora o en Lleida la próxima semana ese regreso. Algún jugador tocado, pero la frescura está por encima de lo que marcan los estándares a estas alturas.

El UCAM tomó al Unicaja como inspiración para hacer el esfuerzo y retener a esa columna vertebral. No funcionó Brodziansky, el recambio de Sleva, al que el Unicaja tanteó el pasado verano por si se marchaba Osetkowski. Kayser Gates, DJ Stephens y Kostas Antetokoumpo remozaron durante la temporada a una plantilla que preside Dylan Ennis (16.6 puntos y 15.6 de valoración por partido), mejor jugador y líder espiritual, el Perry del UCAM, amigo del base del Unicaja y también renovado. Habrá cambios importantes este verano en Murcia.

Una mañana de fiesta en el Carpena, con una previa que arrancará al amanecer. Quedaban menos de cien entradas para el lleno. "Esto no ha acabado", decía Ibon Navarro, ese sentir general pese al cuatro de cuatro y una temporada que será la mejor en la historia del club pase lo que pase.

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