Unicaja - UCAM Murcia: Matando fantasmas (104-93)
En un partido eterno resuelto en la prórroga, el Unicaja derrota al UCAM con atmósfera de play off y se garantiza el cuarto puesto y el factor cancha en los cuartos de final
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Un partido de trascendencia relativa para el Unicaja, muy alta para el UCAM, se convirtió en una cuestión de honor. De alguna manera se mataron fantasmas de junio pasado con una victoria muy celebrada (104-94). Una prórroga tras un partido eterno, de dos horas y cuarto largas de tiempo real, sirvió para liquidar al irreductible equipo murciano, que ya tiene en chino en play off. Incómodo como siempre, al Unicaja le costó descifrar el partido, pero su fiereza competitiva le permitió negar la derrota y garantizarse el cuarto puesto al final de la temporada regular. Un gran entrenamiento para lo que acontecerá en el mes de junio en la selva del play off. No será el UCAM, pero sí otro cualquiera, casi seguro el Barça en primera instancia. Una prórroga arrebatadora, con 20 puntos anotados, liquidó la resistencia pimentonera. El equipo está enchufado.
Tras la parafernalia previa, que seguramente a Sito Alonso no le gustaría porque se dilató por algún problema técnico, por el título de la Basketball Champions League, el Unicaja salió enchufado y a buen nivel defensivo, con un 10-2 de salida y permitiendo sólo una canasta rival en cinco minutos de partido. Pero, poco a poco, el UCAM fue recordando ese quinario que se atravesó el pasado mes de junio. Volvía a defender en zona tras canasta propia y reducía las posibilidades de correr del Unicaja. Primero encontró a Hakanson, más tarde a Radovic, para igualar el partido (13-13, 17-13 tras los primeros 10 minutos).
Suele ocurrir en estas circunstancias. La frontera entre atacar bien pero no meter por falta de puntería y pasar a atacar mal es sutil y final. Y ahí se enfangó el Unicaja. Un par de canastas de Tillie desde el poste medio, otra de Kravish, en uno de los puntos ciegos de la defensa, ayudaban. Pero los triples no entraban y el UCAM jugaba con ello para estirar el marcador (30-35) antes de que Perry y un triple sobre la bocina de Osetkowski, muy celebrado, tras pizarra de Ibon permitieran liderar el duelo tras 20 minutos (36-35). El UCAM, también con Gates en el arsenal ofensivo, había atacado con paciencia y encontrando situaciones favorables para ralentizar cuando no se encestaba. Y avisaba de la posible indigestión.
Siguió la tónica en la segunda mitad, con el UCAM paciente y el Unicaja algo ansioso. Mandaba con alguna situación de cinco puntos a favor el cuadro pimentonero (46-51), con dos triples de Gates seguidos. Trampeando, pero el Unicaja tenía recursos para seguir en el encuentro. Son también las lecciones que va aprendiendo este equipo para ser tan grande, interiorizar las dificultades anteriores para encontrar soluciones posteriores. Algo más de fluidez con el balón para anotar más e incomodar el ritmo en el que el UCAM se encontraba mejor parecía hacer torcer el brazo (61-57) tras canasta de Perry sobre la bocina.
Rotaba Ibon para llegar frescos al cuarto final, aunque no había sido la semana ideal de trabajo. Salía como un búfalo en el último cuarto, con triples de Perry, Tillie y Kalinoski que propiciaban una distancia (70-58) muy interesante. Incluso había una subida de balón de Ejim que recordó a la pérdida en el quinto partido en junio pasado que fue el punto de inflexión de aquel duelo. Se superaba y se avanzaba, aunque el UCAM, quemando opciones de play off, negaba la derrota y permanecía dentro del partido. Momento clave, con expulsión de Alberto Díaz, al que le pitaron la quinta y una posterior técnica que era su segunda. Es raro ver al capitán fuera de sus casillas. Se retiraba al vestuario iracundo y protestando. Indignación en el Carpena. Y el UCAM lo aprovechaba con una jugada de siete puntos para volver completamente (74-74), cuatro tiros triples y triplazo de Gates. Se adelantaban los murcianos en el que parecía el remake de junio pasado, pero entonces no estaba Tillie, que encontraba rendijas en la defensa zonal para meter puntos claves (triples para empatar y para colocarse arriba, 84-81). Después de varias posesiones algo locas, amplificadas por un trío arbitral que había perdido los papeles completamente, última bola para el UCAM. El triple de Ennis no entraba, pero sí el palmeo de Kurucs para mandar el partido a la prórroga.
En el tiempo extra, sin piedad el Unicaja. Metió siete puntos seguidos y encontró, ahora sí, las soluciones definitivas para matar los fantasmas y conseguir una victoria que le garantiza el cuarto puesto y el factor cancha en los cuartos de final. Casi fue un partido de play off. Lo que viene en un mes de junio para soñar.
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