Yannick Nzosa: "Quiero volver al Unicaja el año que viene, es mi objetivo"
"Quiero que en Burgos sea mi última cesión y regresar, independientemente del rol que pueda tener, pero sí intentar luchar para ayudar al equipo", dice el congoleño, con contrato hasta 2027
"Se habló mucho de mí"
Interesante entrevista de Yannick Nzosa en Cope Málaga, donde el congoleño reconoce abiertamente haber recuperado su relación con el baloncesto después de un calvario físico y sobre todo ser preso de las expecativas. Una amalgama de obstáculos que estancaron al pívot africano, todavía con 22 años, y volviendo a pisar suelo ACB en San Pablo Burgos, próximo rival del Unicaja. “Soy feliz con el baloncesto. En Fuenlabrada me encontré a mí mismo, esa alegría, con un buen equipo la pasada temporada. Disfruté mucho. Y ahora estoy contento después de haber pasado esa etapa mala, sobre todo en Betis, también lo pasé mal en Estudiantes, donde me costó mucho aceptar la situación, y luego con mi gente cercana trabajamos mucho y gracias a Dios la pasada temporada disfruté muchísimo y ojalá siga así”, dice Nzosa, jugando 6 minutos de media en San Pablo Burgos, colista de la ACB (1-8). Llega ahora Porfi Fisac al banquillo y se abre una oportunidad de adquirir más peso.
“Adaptándome poco a poco a Burgos. Hace demasiado frío, pero adaptándome poco a poco. Un clima diferente comparado a Málaga. Pero bien. Parecido a Fuenlabrada, pero el frío de Burgos es diferente, con nieve y hielo. Primero muy contento por volver a la ACB, y después sí que he notado mucho cambio con respecto a Primera FEB, dos ligas muy diferentes. Es la mejor liga de Europa y me voy adaptando, es verdad que hace tres años que no juego a estos niveles y muy contento. Diría que la gran diferencia es el físico, aunque en Primera FEB había muchos equipos de correr mucho; en ACB lo estamos viendo, donde todo el mundo quiere tener ese concepto de correr más, que el juego sea más rápido. Y luego ese punto físico, lo más importante”, relata Nzosa sobre este inicio en Burgos. “Me encuentro perfecto. Fue una pena el año pasado porque estaba en mi mejor momento después de mucho tiempo, pero tuve que parar por una lesión de rodilla. Eso me bajó un poco porque tuve que esta fuera tres meses. Pero ahora muy bien, con la pretemporada me fui recuperando para llegar a tope a la temporada. Estoy bien”.
Jugará en Málaga por primera vez desde 2022. "A intentar cambiar el chip después de este cambio de entrenador y a Málaga a competir. Va a ser bonito. Un partido emocional y particular para mí. La gente siempre me ha mostrado mucho cariño, también algunos compañeros con los que compartí vestuario, entrenadores… Va a ser un bonito muy emocionante para mí. Coincidí con Alberto, Jonathan e Ibon, también los asistentes Paco y Alberto”, dice Nzosa, con contrato con el Unicaja hasta 2027, parte del plan estratégico del club malagueño, que ve al jugador recuperable y más con el marco actual y los problemas para encontrar jugadores de formación. “Me veo volviendo. Hablé con el club en verano. Quiero que esta sea mi última cesión y el año que viene volver al club, independientemente del rol que pueda tener, pero sí intentar luchar para ayudar al equipo. Acabamos de empezar la temporada, estoy disfrutando en Burgos e intento no pensar mucho en eso, pero sí que es un objetivo que lo tengo claro: quiero volver al Unicaja el año que viene”, asegura.
Hacia atrás en el tiempo, cuando salió del Unicaja por primera vez en 2022. “No te voy a mentir. Mirando atrás, no cambiaría nada. Era una buena oportunidad para mí buscar una cesión a Betis, de seguir mejorando, también una buena oportunidad para el club. Llegó esa lesión y me hizo mucho daño. Tuve que quedarme una temporada entera sin jugar, y luego para volver a ese camino no fue fácil. El club siempre se ha mostrado cercano conmigo. Después de esa lesión y con la llegada de Ibon, el club dio un salto muy grande, empezó a dar esas alegrías a los aficionados y que hacía mucho tiempo que no se daba, empezó a ganar títulos. No digo que volver al Unicaja en ese tiempo hubiese sido un error, pero yo tenía que seguir mejorando. En ese momento no estaba al nivel, como para poder jugar mucho y más en ACB. Esas cesiones me vinieron bien. Ahora estoy intentando volver a ese nivel, y la temporada que viene intentar regresar”, insiste.
Aquella irrupción en Andorra en septiembre de 2020, con 16 años y 10 puntos sin fallo (a esa edad, sólo Luka Doncic y Ricky Rubio fueron capaces de alcanzar la decena). Narra ese proceso y cómo le afectaron tantos focos. “La primera temporada no, sino la segunda; ahí era consciente de que era esa figura a la que todo el mundo miraba, además por ser canterano. No quería ser protagonista, aunque también es verdad que no di lo que el entrenador esperaba de mí. En esa segunda temporada ya me di cuenta de las expectativas de los aficionados, que después de muchas temporadas malas, la gente se empezó a ilusionar conmigo. Y yo no las cumplí. Me acuerdo muy bien y fue una de las peores temporadas en la historia del Unicaja. Yo también fui un poco egoísta porque me quise poner en ese papel, quería ese papel de resolver, y no era lo que me tocaba. En ese aspecto me arrepiento un poco. Cada uno tiene su sueño y el mío era la NBA, pero me fui allí y no estaba bien físicamente, hice un plan y me recuperé. Pero mirando atrás, no voy a mentir, y diría que fue una mala decisión. Tuve que esperar más después de acabar mal la temporada. Son decisiones que se toman y quería eso. Además, mi entorno me aconsejaba, pero era decisión mía. Un sueño y que no quería dejarlo pasar, pero no fue el momento. Llegué, hice las pruebas con muchos equipos, antes del Draft, y antes de la Summer League es cuando empezó esa lesión que luego tuve en el Betis. Intenté llegar a la Summer League, no pudo ser, y ya empezó ese mal episodio en mi carrera. Tuve recaídas, luego me operé… Una época difícil”.
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