La construcción de la planta de tratamiento de escombros para regenerar las playas de Mezquitilla y Lagos conocido como Brick-Beach lleva un camino tortuoso. Tanto, que posiblemente no llegue a buen término a pesar de que desde Europa le han dado una prórroga de seis meses, fijándose ésta ahora en el 30 de junio de 2022.

De momento, esta iniciativa de economía circular cofinanciada por el Fondo Regional de Desarrollo Europeo a través de la UIA (Acciones Innovadoras Urbanas) ha llevado a la concejal responsable, María José Roberto a dejar el equipo de gobierno (Gipmtm-PSOE) “por la falta de apoyo” de los dos grupos al proyecto.

Al respecto, el teniente alcalde, Jesús Pérez Atencia (Gipmtm) señaló que “nunca” se han opuesto a la iniciativa pero “sobre la que se han vertido datos erróneos, se ha ocultado mucha información, a la que no se le ve por ningún lado el interés general y cuyo futuro es el de ser un nuevo tranvía si no se toma el rumbo de un proyecto del que repito, se sabe por ahora muy poco”.

Atencia mostró su interés en regenerar la playa de Mezquitilla pero “lo que no se puede es mentir a los vecinos y vecinas de estos pueblos con falsas promesas y sin saber aún si esos residuos de la escombreras se pueden verter en nuestro litoral. Se quiere empezar la casa por el tejado y montar una escombrera antes de saber si Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Demarcación de costas aprueba que esos residuos reciclados van a poder conformar una playa sin ser nocivos para el entorno”.

El también teniente alcalde de Torre del mar también mostró su malestar porque “Roberto sólo estaba empecinada en montar la escombrera en Taramillas junto a la zona residencial de Viña Málaga, algo que es completamente falso”. Atencia finalizó su intervención advirtiendo que “ha exigido al alcalde cuentas claras y toda la verdad de los gastos a día de hoy de ese proyecto con el fin de hacerlo público”.

El Ayuntamiento de Vélez-Málaga, a través de la iniciativa innovadora brick beach pretendía permitirá tratar los escombros de forma que los materiales resultantes tuviesen la granulometría y la suavidad necesarias para regenerar playas de arena dañadas como la playa de Mezquitilla.