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Sushi artesanal directo al salón de casa en Málaga

  • Kurobi Sushi, el proyecto de Carlos Navarro y José Cabello, triunfa durante el confinamiento con su negocio de comida japonesa a domicilio

Carlos Navarro y José Cabello, ideólogos de Kurobi Sushi.

Carlos Navarro y José Cabello, ideólogos de Kurobi Sushi.

Hay detalles que marcan el devenir de las cosas, cruciales en el éxito y en el impacto de un producto. Puede ser un buen ejemplo la historia de Kurobi Sushi, el proyecto gastronómico que pusieron en marcha el pasado 5 de marzo Carlos Navarro y José Cabello, marcado por los detalles y el cuidado en la elaboración del sushi,  rompiendo con lo habitual e innovando con su propuesta: el delivery o reparto a domicilio.

Sí, Kurobi Sushi es el primer negocio especializado en la gastronomía japonesa que carece de sala, de lugar físico en el que degustar sus productos, su arroz o pescado. Elaboran sus encargos y comandas al momento y la hacen llegar a tu domicilio con la mayor brevedad posible. Trabajan prácticamente con todas las plataformas de reparto a domicilio y están ligados al equipo de Booh Food, desde donde operan en calle Héroes de Sostoa y donde se podía recoger el pedido antes de que la pandemia lo paralizara todo.

Las manos de Carlos Navarro en la cocina –chef con más de una década en el sector y 5º puesto del Campeonato del Mundo de Sushi 2016– y la gestión y marketing de José Cabello –impulsor de Gastromarketing, un congreso pionero sobre marketing gastronómico– dan forma y textura a Kurobi Sushi que, lejos de verse afectado por el estado de alarma una semana y media después de su apertura al público, está encandilando a todo aquel que degusta su sushi en casa por su diversidad de detalles.

Uno de los empaquetados de Kurobi Sushi. Uno de los empaquetados de Kurobi Sushi.

Uno de los empaquetados de Kurobi Sushi.

"Veíamos que el sushi que hay para llevar no era realmente de calidad y queríamos ofrecer ese sushi que a nosotros nos gustaría que nos llevarán a casa", cuentan Carlos Navarro al otro lado del teléfono, algo más de dos semanas después de que la prestigiosa Guía Repsol les incluyera entre los mejores cinco restaurantes que mantenían su reparto a domicilio en tiempos del coronavirus. Y es que Kurobi Sushi nunca llegó a cerrar pese a la incertidumbre que supuso el estado de alarma. Les dejó "petrificados", siguieron operando –pese a la dificultades logísticas– y el boca a boca, su gestión de las redes sociales y el efecto de su producto en el paladar hicieron el resto.

José Cabello conoce el mercado mejor que nadie y él mismo reconoce estar sorprendido con la aceptación que ha tenido Kurobi Sushi: "Las críticas están siendo buenísimas. Las gentes nos manda emails y nos llama para darnos las gracias. La repercusión es alucinante. El concepto es novedoso y apostamos por la calidad. Nosotros a veces les dejamos mensajes en el empaquetado, todo personalizado".

"Buscamos lo mejor, no escatimamos ni un euro en comprar el mejor atún, el mejor pez limón, el mejor salmón..."

Gran parte del éxito de su negocio recae en esto último que mencionaba Cabello, la calidad. Para ellos, el toque diferencial y que les esté disparando en el mercado del delivery recae en su forma de trabajar. "Tenemos una elaboración muy específica, muy personalizada. Todo los encargos se hacen al momento, no dejamos nada preparado. Además, el producto con el que trabajamos es top, de primera calidad", relata Navarro que asegura que, pese a la dificultad de encontrar el mejor pescado en esta situación, siempre "buscamos lo mejor, no escatimamos ni un euro en comprar el mejor atún, el mejor pez limón, el mejor salmón... Llevamos lo mejor a casa de nuestro cliente. Con el arroz pasa lo mismo, el jengibre lo encurtimos nosotros, todo es artesanal...".

Makis con salmón y aguacate. Makis con salmón y aguacate.

Makis con salmón y aguacate.

Ambos reconocen que el boom de su negocio en las últimas semanas les está llevando a veces a limitar los pedidos. "Podemos soportar un volumen de trabajo determinado", explica Cabello, que asegura que pese a ello, el cliente que repite "no le importa esperar dos horas a que llegue su pedido" si existe una alta demanda en ese momento.

Los precios, competitivos con el sector, ayudan a reforzar la apuesta de sus clientes que disponen de una carta amplia y variada entre makis, uramakis, nigiris, sashimis, edamames o ramen, depurados con la técnica de Carlos Navarro. Además, como reconoce el chef, siempre optan por el producto local –cuando es posible– y de primera calidad en sus elaboraciones y tienen un sensible cuidado con el medio ambiente: el empaquetado es con envases de cartón craft ecológico y pegatinas veganas. 

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