Belén y Marta, estudiantes del Máster de Psicopedagogía en la Universidad de Málaga, madrugaron ayer ya que consideraron que al ser el primer día de horario especial de las bibliotecas de la Universidad de Málaga destinado a la primera convocatoria de exámenes iba a haber aglomeraciones. “Estábamos aquí [refiriéndose a la Biblioteca General] a las 9:00, pero hay muchos más huecos libres de los que esperábamos”, asegura Belén. Durante la mañana de la primera jornada de este periodo eran muchas las sillas vacías en las aulas de estudio, algo que supuso una sorpresa para algunos estudiantes. Sin embargo, recurriendo a la experiencia de otros años, este día transcurrió con normalidad. “La primera semana y la última son en las que menor porcentaje de ocupación hay. Ocurre año tras año”, afirma Gregorio García Reche, director de la Biblioteca Universitaria.

Siguiendo las previsiones de un aumento escalonado de estudiantes, ayer fueron dos los espacios que ampliaron su horario: la Biblioteca General, de 9:00 a 3:00 del día siguiente, y la Biblioteca de Informática y Telecomunicación, de 9:00 a 0:00. A partir del día 21 las salas de estudio de la Facultad de Medicina y de la de Ciencias estarán en funcionamiento de 9:00 a 0:00. Estas bibliotecas mantendrán dicho horario hasta el 17 de febrero. La Biblioteca de Ciencias Económicas y Empresariales adoptará horarios especiales divididos en dos franjas: desde el 18 de enero y hasta el 30 de enero, cuando abrirá de 9:00 a 3:00 horas del día siguiente, y desde el 31 de enero hasta el 17 de febrero tendrá un horario de 9:00 a 24:00 horas.

Biblioteca General durante el periodo extraordinario de exámenes

La Biblioteca Universitaria, organismo que agrupa a todas las bibliotecas de la UMA, registró alrededor de 1.900 reservas para ayer. “Se han reservado aproximadamente 200 puestos más que en un martes ordinario del primer cuatrimestre”, explica Gregorio. De los más de 4.000 asientos que ofrece la red de bibliotecas solo un 75% de ellos podrán ser utilizados debido a las restricciones sanitarias.

“No puedo estudiar en casa, valoro la tranquilidad y el silencio para concentrarme”, responde Claudia a la pregunta de por qué ha decidido estudiar en la General a pesar de la ola de contagios que se está viviendo. “No he visto a nadie quitarse la mascarilla más allá de unos segundos”, afirma Sergio, estudiante de 2º curso de Fisioterapia y compañero de Marta. El futuro sanitario añade que se siente seguro estudiando en esta sala: “Nos hemos sentado en las mesas cercanas a la entrada y estamos solos”, indica durante su descanso.

Belén y Marta están de acuerdo con esta valoración. “Vamos a seguir viniendo, necesito estudiar con alguien, así me obligo a concentrarme”, afirma Marta quien considera que está acostumbrada a tener la mascarilla puesta. Las ventanas de las bibliotecas están abiertas, el gel desinfectante se encuentra distribuido por las mesas y las puertas sostienen carteles de “salida” o “entrada” para evitar colapsos en estas. Estas son algunas medidas adoptadas por la UMA junto con la reducción de aforo y la reserva previa de puestos. Martín Reche confiesa que es aun pronto para afirmarlo, pero que puede que se dé un menor uso de los puestos de estudio porque el Covid-19 provoque reparo en los alumnos.

Aviso de uso obligatorio de mascarilla en la Biblioteca General de la UMA

Marta y Sergio y se están preparando las oposiciones para el Cuerpo de Policía Local. “Venimos todos los días, no hemos notado que hoy haya más gente de la habitual”, afirman. Ayer fue el último día en el que los estudiantes no universitarios, como son estos, pudieron acceder a estas salas, ya que solo los usuarios de la UMA podrán hacer uso de estas durante la ampliación de horario. Los opositores han acudido hoy porque realizaron la reserva antes de la actualización de la aplicación.

La UMA abrirá de noche las bibliotecas hasta el 17 de febrero para la cuarta convocatoria ordinaria conviviendo con el virus.