Juanmi pega el estirón
El malagueño confirma su evolución al jugar en banda con Gracia: "Me pide que dé salida al equipo, estoy cómodo" Competirá con Amrabat: "No temo a nada, confío en mis posibilidades".



Juanmi es un veterano de apenas 21 años. Él mismo lo reconoce, pero se apresura a puntualizar que sigue siendo "un chaval". Quizá no el mismo chaval que con apenas 16 años dejó atrás tres categorías (Liga Nacional, División de Honor y Tercera) para debutar en la élite con el Málaga, el equipo de sus amores. De aquel estreno con gol en Copa ante el Getafe hace ya cuatro años y ocho meses. Juanmi habla de madurez y crecimiento y en el campo ciertamente se detecta un Juanmi diferente, evolucionado: de ratón de área a futbolista capacitado para barrer el frente el ataque, ya sea desde la banda, como segunda punta o ariete.
El propio Juanmi afirma sentirse plenamente satisfecho con el papel que le ha encomendado Javi Gracia. Ante Athletic y Valencia compaginó banda izquierda y mediapunta. Tuvo incidencia en el juego ofensivo y hasta marcó, aunque Estrada Fernández se lo anuló injustamente. "Sí, la verdad que me veo un jugador polivalente. Puedo jugar en varias posiciones, pero sólo pienso en trabajar. Ya de pequeño me he movido en esas posiciones y tengo que seguir igual, ir paso a paso cada semana para cuando llegue el domingo el míster cuente conmigo donde lo vea oportuno", señala el punta malagueño.
De Juanmi siempre se le ha destacado su facilidad para el gol, su don para ubicarse en el sitio adecuado. Sus números no lucen especialmente, con 13 goles en 63 apariciones con el primer equipo del Málaga, aunque durante la última campaña fue el delantero blanquiazul con mejor promedio en Liga: un gol cada 246 minutos (para cuatro dianas en total). Santa Cruz, por ejemplo, anotaba cada 356. Estas cifras pueden deberse a que ha disputado la mayor parte de sus partidos partiendo desde el banquillo. Juanmi ha funcionado esencialmente como revulsivo, desatascador. En el recuerdo, su gol al Betis en el Villamarín, clave para la pasada salvación. Además de marcar, reactivó el ataque. A Juanmi no le preocupa tanto hacer goles como cumplir con el rol que le ha otorgado Gracia, siempre sin perder vista la meta contraria. "Él me pide que tenga esos movimientos, que dé salida al equipo y ojalá con el paso de las jornadas vayan llegando los goles. La verdad es que es un grandísimo entrenador. Estamos trabajando muy bien, el equipo va cada semana a mejor", afirma Juanmi.
Juan Ramón Muñiz le dio la alternativa, pero fue Jesualdo Ferreira el que le confirió los primeros galones. Con el primero jugó como referencia del ataque, pero su evolución empezó con el técnico luso. Jesualdo amplió su radio de acción sobre el campo. El día que se convirtió en el futbolista más precoz en marcar dos goles en un partido en Primera (3-5 en Zaragoza) su demarcación sobre el césped de La Romareda partía de la derecha. Después ha sido utilizado normalmente en la posición de 9 pero la banda izquierda no le ha resultado desconocida: en el verano de 2011, con la sub 19 que se adjudicó el Europeo de la categoría, jugaba por la izquierda. Sarabia y Deulofeu completaban la mediapunta, mientras que Morata era el delantero. Schuster también lo ha utilizado en banda. El Juanmi actual ya no puede considerarse un punta al uso, un jugador de área, sino como un comodín para la parcela ofensiva. "Me siento muy cómodo y me da más opciones de juego", asegura.
El propio Gracia considera que Juanmi posee registros más allá del área. "Tiene virtudes de delantero, segundo delantero y de jugador de banda. Lo podemos utilizar sabiendo que tiene esa tendencia de llegar a portería. Tiene llegada y desde la izquierda puede llegar hacia dentro. Tiene verticalidad y soltura", precisa.
Juanmi no sólo ha evolucionado sobre el terreno de juego. También ha crecido, dice, mentalmente. "He ganado muchísimas cosas en estos cinco años en el primer equipo. He ganado en madurez, en confianza, en querer crecer como futbolista. Sólo tengo 21 años y creo que es el principio de una carrera que espero que sea muy larga. Soy un chaval pero un chaval casi veterano. Tengo esa hambre, esas ganas y esa mentalidad de querer estar en el once y dar alegrías", cuenta el malagueño.
El futbolista blanquiazul opina que La Rosaleda no ha visto su mejor versión. "No", dice rotundo. "Nunca me pongo metas. Un jugador puede crecer cada día y mejorar. El mejor Juanmi puede llegar este año, el que viene...", destaca.
Con contrato hasta junio del año que viene, es un curso vital para Juanmi. A diferencia de temporadas anteriores su objetivo es la titularidad, no solamente sumar minutos. "Este verano me planteé ganarme al míster lo antes posible para estar en ese once. Las circunstancias se han dado. Creo que estoy trabajando bien y el míster me ha dado esa confianza, así que me toca a mí trabajar cada semana y devolver esa confianza", dice.
Juanmi admite que se acuerda de su familia, su novia y su abuelo fallecido cuando marca. "Son los que siempre están", razona. ¿Teme que Amrabat pueda robarle protagonismo? "No lo temo para nada. Su llegada es positiva, nos dio mucho el año pasado. No temo a nada, confío en mi trabajo y confío mucho en mis posibilidades. Intento seguir así para no salir del once. Esto acaba de empezar", sentencia.
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