6.000

Al contrario que para el resto de los mortales, las Islas Canarias no son un destino idílico para los representantes del Costa del Sol, el Ciudad de Málaga y el CHIP Malagueta. Los máximos exponentes del balonmano malagueño, con permiso del E-gim Antequera, vivieron el pasado viernes la configuración de grupos más tensa de los últimos años. Con los dedos cruzados buscando algo de fortuna, esta les fue esquiva y tanto en División de Honor Plata Femenina como en Primera División Masculina, los conjuntos isleños fueron a parar junto a los del sur de España.

En este sentido, Antonio Capablanca, presidente del CHIP Malagueta, no ocultaba postura. "Me parece una barbaridad estar encuadrados en un grupo de 14 equipos y que encima tres de ellos sean canarios", dice. Además, el dirigente comparaba la situación de los equipos malagueños con los catalanes, que incluso "utilizan el metro en sus viajes para disputar los partidos".

Conocedores del revuelo que se iba a formar, y con el bagaje de años anteriores, la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) garantizó por adelantado a los clubes la solvencia económica de los desplazamientos fuera de la península. El método de la Federación consiste en crear un fondo común entre todos los equipos implicados, con el desembolso de 3.600 euros cada club, antes del inicio de la temporada. Además, el ente federativo garantiza el pago de 6.000 euros por cada partido disputado fuera de la península, lo que supone 18.000 para el CHIP Malagueta y el Ciudad de Málaga, encuadrados junto a tres equipos canarios (Cajacanarias, Puerto Cruz y Villa de Ingenio).

En este sentido, el presidente del Ciudad de Málaga, Rafael Martínez, se muestra a favor de la iniciativa de la Federación. "Me parece la mejor opción. La otra alternativa era la de conformar grupos de siete equipos y para mí eso era devaluar la competición demasiado", indica. Sin embargo, Martínez quiere destacar que el éxito de la iniciativa dependerá de cuando se produzca el ingreso: "Si lo dan al final, puede ser una temporada muy dura económicamente".

En féminas, la reestructuración de las competiciones nacionales ha sido el factor diferencial respecto al año pasado. Así, el Costa del Sol pasa de jugar en Primera Estatal Femenina a hacerlo en la segunda máxima categoría, la División de Honor Plata. "Sabemos el riesgo para el presupuesto pero no podíamos renunciar a una categoría como esta", relata Carmen Morales, presidenta de la entidad.

Al igual que los clubes masculinos, el Costa del Sol tembló al conocer que tendrá que hacer desplazamientos de larga distancia. Y es que al seleccionarse los componentes de los dos grupos nacionales, junto a la terna de clubes andaluces, el Lanzarote, el Lleida y el Castelldefels completaron la lista. "Va a ser una campaña difícil en números, las visitas a las Islas Canarias y Cataluña van a ser difíciles", indica.

La reflexión final de la mandataria no deja indiferente. "Me gustan las decisiones de la Federación, pero es un mal momento para ser tan ambiciosos deportivamente", añade.