Si había tardado la primera victoria del E-gim Antequera, los hombres de Antonio Carlos Ortega sólo tuvieron que esperar cinco días para subir dos nuevos puntos a su casillero. Y es que el conjunto malagueño superó ayer sin aparentes problemas al Lábaro de Toledo.

El conjunto antequerano, la afición en general, merecían ver y disfrutar de un triunfo sin sufrimiento. Después del final de infarto ante el Reale Ademar León y la dolorosa derrota ante el Torrevieja, lo de ayer fue una victoria cómoda, sin demasiados sobresaltos, que seguro llevará la tranquilidad al vestuario antequerano y les permitirá afrontar con optimismo y sin la presión y la ansiedad de los últimos encuentros el envite del próximo sábado en Zaragoza ante el CAI Aragón.

El partido en sí no tuvo demasiada historia y sólo el miedo inicial impidió que el conjunto antequerano resolviera antes. Chispi y Chelu Cid asumieron todo el protagonismo de la primera mitad, respaldados por los pilares del equipo verde, Baena y Jorge Martínez, que en poco más de 25 minutos acabaron con el cuadro toledano. Tras la reanudación, el meta Martínez levantó de sus asientos en varias ocasiones a los aficionados con paradas espectaculares que finiquitaron con las esperanzas del rival. La renta a favor se fue a los nueve goles en poco más de diez minutos (25-16) para tranquilidad de todos, momentos que el técnico malagueño aprovechó para realizar algunas pruebas. Chispi pasó prácticamente por todos los puestos y Chelu Cid cambió en varias ocasiones de lateral sin que el juego se viese afectado. Moya tomó el mando del equipo en ataque, mientras Vujovic, Soto y en último lugar Lamariano hacían acto de presencia sobre el parqué. Baena puso la máxima renta en el electrónico (30-20) y únicamente la relajación de los locales permitió a los toledanos maquillar el resultado.

El equipo se ejercita esta misma tarde y partirá en autobús a primera hora de mañana para realizar un último entrenamiento en la capital maña.