Antonio Carlos Ortega es ya historia del Balonmano Antequera. Era previsible, pero tras el partido ante el Alcobendas, último en el Fernando Argüelles esta temporada antes de la despedida absoluta el próximo fin de semana en el Palau Blaugrana, el mítico jugador malagueño, técnico durante las seis últimas temporadas en un proyecto que parece agonizar, confirmó que ya está, que se acabó, que su etapa en Antequera finalizó.

Han sido meses muy duros para todo el plantel antequerano y Ortega ha sido el pararrayos en muchas ocasiones. Estuvo acompañado en su despedida improvisada por su mujer, por toda la plantilla y por un par de directivos. Medio llorando, con un suspiro hondo, Ortega llevaba un papel con algo escrito y acabó respondiendo a todo durante los 20 minutos que duró la rueda de prensa. "Sé hace un mes que están buscando entrenador para la próxima temporada", dijo compungido porque cree que no se ha sido justo con su persona en los últimos tiempos.

"Estoy harto de escuchar tonterías de que estoy debilitando el proyecto para llevármelo a Málaga. No tengo nada ni en Málaga, ni en Barcelona, ni en Alemania, ahora quedaré en el paro. He sido un hombre de club. He gastado menos dinero del que la directiva ponía a mi disposición, jamás he cerrado un fichaje sin tener el consentimiento de un directivo", se defendió el técnico que ha hecho grande este proyecto antequerano. "Mis agradecimientos a todos, al presidente Juan Carlos Jiménez, a Carlos Sánchez [vicepresidente que dimitió el mes pasado], que no sabéis lo que ha luchado por obtener un euro y dárselo al club y no se ha sido justo con él. A jugadores, fisios, médicos, delegados... A todos".

"En Antequera está el deporte del fútbol y el balonmano, pero también el de hablar en la barra del bar sin saber lo que se dice", prosiguió Ortega: "Estoy cansado de escuchar mentiras, no he conspirado ni he hecho absolutamente nada a espaldas del club. Yo he hecho gestiones siempre a favor del Antequera, para encontrar ayuda y que alguien que pudiera echar una mano al club, en todos los ámbitos. Pero siempre, siempre, había un directivo al tanto de cualquier movimiento que he realizado y en la que me he involucrado, repito, para ayudar al club. Me he sentido muy solo en esta última etapa".

Cuestionado sobre si espera recibir el sueldo que se le adeuda de esta temporada, Ortega contestó: "No sé si cobraré algún día. Pero puedo mirar a todo el mundo a la cara, no hay nada de oscuros planes ni manos negras. Mientras, el equipo ha ido funcionando, pese a los problemas económicos tan serios que había".

Ortega, no obstante, deseó lo mejor para la entidad. "No quiero pasar como un desagradecido. Ojalá siga el proyecto adelante por mucho tiempo. Me he hecho entrenador aquí, he hecho amigos para toda la vida, me he dejado el pellejo por este club aunque el final no haya sido ideal", recordó el técnico en su amarga despedida a una época brillante.