20 millones para tener lo mismo que a coste cero
De la Torre admite que en el futuro Astoria sólo habrá una planta público-cultural; el resto será de uso privado


El Ayuntamiento de Málaga vuelve al punto de origen en la hoja de ruta que trazó hace ahora más de seis años para que la manzana de los antiguos cines Astoria y Victoria tuviesen uso cultural. Tras varios años de negociaciones, del cambio de uso del terreno (que pasó de residencial a equipamiento) y de haber invertido unos 20 millones de euros, lo único que parece que conseguirá el Consistorio de sus aspiraciones iniciales será disponer de unos 1.200 metros cuadrados de la nueva edificación que se levante en la pastilla para ampliar la Casa Natal Pablo Ruiz Picasso. Un logro que ya tenía garantizado con la anterior propietaria del inmueble, Grupo Baensa, a la que acabó por comprar la construcción por la cuantía ya apuntada.
Este es el escenario en que el que se mueve en este momento el equipo de gobierno del PP, que recupera (como ya publicó Málaga Hoy el pasado 19 de febrero) la idea de que sean unos socios privados los que den forma a un inmueble de nueva planta en esta parcela, con el que cambiar la estampa de abandono que presentan en la actualidad. A cambio de que inviertan en este proyecto, previa cesión de una planta (1.200 metros) para la ampliación de la casa natal, se le dará la posibilidad de que implanten un negocio con el que recuperar el coste de la operación.
Esta alternativa parece ya plenamente aceptada en el seno del Ejecutivo local y, especialmente, por parte del regidor, que da por enterrada la idea del Museo de Museos, que él mismo acuñó como justificación para invertir en la compra del inmueble. La incapacidad económica del Consistorio obliga a acudir a potenciales socios para dar uso a esta construcción. Un cambio de rumbo en las maniobras municipales que choca, igualmente, con la intención de que el nuevo Astoria fuese de uso público.
Porque, si unos 1.200 metros cuadrados sí serán utilizados de forma directa por el Ayuntamiento, ¿qué ocurre con los restantes 5.000 metros de techo autorizados? De la Torre marca claramente el camino: "Habrá un componente cultural en ese espacio, pero no el 100%; si queremos que la iniciativa privada esté no puede ser todo cultural". Unas palabras en las que el regidor eludió en todo momento dar detalle alguno sobre qué tipo de negocio se podría implantar junto a la Plaza de la Merced. Lo que sí precisó es que la decisión final será objeto de un concurso público.
Grosso modo la hoja de ruta sobre la que ahora trabajan en el equipo de gobierno da para la ciudad unos resultados semejantes a los que ya tenía el Ayuntamiento acordados con Baensa en octubre de 2007, con la salvedad de que en aquel entonces la promotora tenía previsto ejecutar unos 60 pisos de lujo. Bien es cierto, que aquellos planes se vieron trastocados por la negativa de la Junta de Andalucía a autorizar un aumento de la altura de la edificación, alegando al impacto visual que generaba. No obstante, según fuentes de la promotora, una vez roto el convenio original se le ofreció al Consistorio la posibilidad de, a cambio de continuar con el proyecto residencial, ceder una planta del inmueble para uso cultural. "Pero ellos querían el edificio completo", expuso esta fuente.
Otras fuentes municipales consultadas precisaron que aunque se trate de usos previstos para que el privado recupere su inversión, los mismos un tendrán componente cultural. Al tiempo, sí destacaron que la intención del Ayuntamiento es que esos 1.200 metros que serían cedidos del inmueble futuro permitirían albergar un centro de estudios sobre la obra de Picasso, algo que se querría poner en marcha de la mano de la Universidad; una sala de exposiciones, y un gran centro de usos múltiples.
"La ideas es que haya capacidad para unos 300 espectadores que puedan asistir a una obra de teatro, a un concierto o una exposición de cuadros", indicaron las fuentes, que confiaron en que a lo largo de los próximos meses esta vía quede definitivamente despejada.
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