El Centro de Arte de la Tauromaquia, también conocido como Museo Taurino, opera desde principios del mes mayo sin un contrato en el que se contemplen los términos en los que la Diputación Provincial cede el edificio de la Plaza del Siglo al privado Juan Barco para exponer las obras de su colección, algo que viene sucediendo desde su inauguración el pasado mes de marzo. El primer contrato, rubricado por el Patronato de Turismo y que no contemplaba un canon fijo anual, se alargó apenas dos meses desde su apertura. La institución provincial aprobó entonces un expediente para una concesión demanial directa del edificio, con la que recibiría una cantidad fija al año de más 51.000 euros. El trámite estaba pendiente desde entonces del depósito de la garantía por parte del coleccionista, que ascendía a 153.750 euros. Sin embargo, según confirman fuentes de la Diputación las dos partes negocian ahora de nuevo los términos de la cesión.

El equipo de gobierno del Partido Popular, concretaron las mismas fuentes, ha puesto en marcha una comisión de trabajo, con la que confían en alcanzar un rápido acuerdo sobre los términos en que se fijará la cesión del edificio al coleccionista. No precisaron sin embargo qué puntos son los que se están negociando de forma concreta. La diferencia entre el primer contrato de arrendamiento que firmó con Juan Barco con el entonces organismo público-privado Patronato de Turismo Costa del Sol difiere, y bastante, de las condiciones que dos meses más tarde se le plantearon desde la Diputación, como institución pública que es, para la cesión del edificio.

El primer documento quedó resuelto en el momento en que el ente público-privado, al igual que su bloque de la Plaza del Siglo -junto con la millonaria hipoteca que pesa sobre él- se integraron en la institución provincial a principios del mes mayo. En ese contrato se contemplaba el pago de parte del precio de las entradas, siempre que se superaran las 80.000 visitas anuales, lo que supone una media diaria de 220 entradas al día. El acuerdo se firmó por un plazo de 20 años, prorrogables otros cinco más. Entre las condiciones se incluía una indemnización de un millón de euros al coleccionista privado en el caso de el Patronato de Turismo extinguiera el contrato para destinar el edificio a otros usos.

Cuando en el mes de mayo la Diputación tramitó y aprobó en el Pleno de la institución el expediente de adjudicación de concesión demanial del edificio modificó estos términos y se suponía que lo hacía de manera consensuada con el coleccionista para darle continuidad a la actividad expositiva; al menos en esos términos lo explicaron entonces desde el ente público provincial. En el pliego de condiciones para la cesión del edificio se contempla un canon fijo anual de 51.250 euros que el coleccionista tendría que abonar a la Diputación. El plazo de cesión se mantenía en 20 años, aunque esta vez sin posibilidad de prórroga, durante los que el coleccionista debería "financiar a su costa los gastos de explotación y conservación del edificio" sin la posibilidad de optar a ningún tipo de subvención de la Diputación, ni siquiera en el supuesto de que el museo resultara deficitario. De ahí que se le permitiera a coste cero la explotación de una tienda y un restaurante en el mismo edificio, dado que únicamente con el precio de las entradas difícilmente cubriría costes. El documento pasó por el Pleno ordinario de principios de mayo -momento en que el PP aún gozaba de mayoría absoluta previa a las elecciones municipales que le siguieron- y se acordó "adjudicar la concesión demanial directa del edificio sito el plaza del Siglo de esta ciudad a Juan Barco para su destino como Centro de Difusión del Arte de la Tauromaquia" en los términos expuestos. Lo único que restaba para "formalizar" la concesión "en documento administrativo" era la "consignación de la garantía definitiva", que se fijó en 153.750 euros, el 3% del valor del edificio -fijado en 5,1 millones de euros-.