Málaga

Batalla campal entre neonazis y jóvenes de ultraizquierda

  • Un grupo de 'red skins' trató de boicotear un mitin de Alianza Nacional · Más de una veintena de personas armadas con cadenas y palos participaron en la reyerta

Más de una veintena de jóvenes neonazis y pertenecientes a grupos de ultraizquierda protagonizaron una auténtica batalla campal en la barriada de La Paz al enzarzarse en una pelea multitudinaria en la que se utilizaron armas. La dimensión de la reyerta fue tal que cerca de una decena de patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local de Málaga tuvieron que intervenir y las salas de emergencia de ambos cuerpos quedaron colapsadas por la multitud de llamadas de ciudadanos que alertaban de lo que estaba ocurriendo. Fuentes policiales manifestaron que el enfrentamiento se produjo por las mismas circunstancias que el acaecido la noche del viernes en Madrid y que los contendientes podrían haberse citado previamente tras enviarse mensajes amenazantes.

Los hechos ocurrieron sobre las 16.50 en la Plaza Mozart, lugar donde casi un centenar de jóvenes neonazis se habían concentrado porque iban a asistir a un mitin de ideología ultraderechista a cargo de la formación Alianza Nacional, que había sido autorizado. Éstos fueron llegando de forma escalonada y en diversos grupos.

Todo transcurría con una tensa normalidad cuando hicieron su aparición un grupo de red skins -miembros de grupos de ultraizquierda y enemigos acérrimos de los skin heads o cabezas rapadas- y se enfrentaron a los asistentes al mitin.

El número de ultraderechistas que participaron en la reyerta multitudinaria variaba según las fuentes. Algunas manifestaron que eran una decena, aunque otras apuntaron que el número era más amplio.

La misma circunstancia ocurrió con la cifra de red skins. Los propios cabezas rapadas dijeron que eran una treintena y que iban encapuchados, mientras que fuentes policiales señalaron que no superaban la quincena.

Los jóvenes, que iban armados con palos y cadenas, comenzaron a golpearse y convirtieron la plaza y sus aledaños en un campo de batalla.

La reyerta se prolongó escasos minutos porque los vecinos de la zona comenzaron a llamar tanto a la Policía Nacional como a la Policía Local. El número de avisos fue tal que las centralitas de emergencia de ambos cuerpos prácticamente se colapsaron.

Hasta el lugar se desplazaron casi una decena de patrullas de los citados cuerpos pero, a pesar de que llegaron a la plaza en escasos minutos, los participantes en la reyerta ya se habían dispersado. No trascendió si alguno de los contendientes resultó herido de gravedad, aunque lo que sí era seguro es que muchos de ellos recibieron golpes.

La presencia de los agentes calmó los ánimos y el número de asistentes al mitin se redujo considerablemente. Las fuerzas policiales, tras analizar la situación, se entrevistaron con los convocantes del mismo y recomendaron que no se celebrase, por lo que los ultraderechistas se desplazaron a un local de su propiedad para continuar su reunión.

Los agentes abandonaron la plaza media hora más tarde y en ella permanecieron pequeños grupos de seguidores de Alianza Nacional. Fuentes policiales explicaron que no había policías uniformados desde el principio porque los asistentes a estos eventos suelen violentarse por su presencia, por lo que se optó que actuasen de paisano.

Aunque los miembros de ambos cuerpos policiales abandonaron el lugar, en las cercanías y calle aledañas permanecieron varias patrullas ante el temor de que se produjesen nuevos altercados.

Las fuentes consultadas explicaron que los jóvenes de ultraizquierda pudieron actuar como represalia por los graves altercados ocurridos la noche del miércoles en Madrid, y que se saldaron con numerosos daños y siete personas detenidas.

Todo apunta a que su único objetivo era impedir el mitin y eran conscientes de que su presencia iba a derivar en un enfrentamiento. Además, las citadas fuentes no descartaban que se hubiesen citado con anterioridad y que miembros de ambas facciones ideológicas se hubiesen enviado mensajes amenazantes días atrás.

Los grupos de ultraizquierda habitualmente suelen programar contramanifestaciones cuando tienen conocimiento que los skins heads van a realizar una concentración. Estos encuentros suelen derivar en altercados, pero el de ayer fue de dimensiones mayores a las habituales.

Los cuerpos de seguridad se mantuvieron en alerta durante el resto de la tarde y la madrugada de hoy por el número elevado de neonazis que se encontraban ayer en la capital y ante el temor de que pudiesen protagonizar otros episodios violentos.

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