Cultura

Piensa en Luz

  • Luz Casal entregó su voz y su banda a un directo en la plaza de toros que contó con Lamari de Chambao y Diana Navarro

En plena forma. Como en casa y directa a la emoción. Luz Casal irrumpió en la plaza de toros de La Malagueta para celebrar su concierto número 50 de la gira con las pilas cargadas. Con casi media hora de retraso y un albero por llenar, la gallega apareció sólo de forma virtual en el escenario. Reflejada en la pantalla, se la veía salir del camerino y caminar hacia las tablas ante la mirada perdida del público.

Ya en persona, la cantante se paseó por una pasarela hasta llegar a un escenario supletorio en medio de la plaza y con los altavoces demasiado lejos. El eco de Luz, y no Luz, inauguraba la noche con Sé feliz, primer single de Vida Tóxica. Acompañada de tres guitarras, una Luz íntima se hizo notar. "Éste es un momento deseado desde hace muchos meses. Después de muchos kilómetros por fin estamos en Málaga y por una causa extraordinaria", expresaba.

Visiblemente delgada, con camiseta blanca y chaleco de lentejuelas, la artista se emocionaba al entonar Entre mis recuerdos. Lástima que entre el segundo escenario y el primero, en el aforo no sintiera aún el calor de su voz. Por fortuna, la protagonista supo caldear la atmósfera con su veteranía. "Veo que aquí hay muchas mujeres, esta canción está dedicada a ellas". Con coraje y un No me importa nada se metió a las féminas en el bolsillo.

Quedaba por escuchar a la luz roquera pero su público no tenía prisa. Piensa en mí les acabó de convencer. Los coros terminaban de aplaudir su mejor tema.

A los pocos minutos, la gallega decidió volver hacia atrás y subirse al gran escenario para mirar a Málaga de frente. Mientras, en la pantalla la cifra de 115.000 euros recaudados para la investigación contra el cáncer provocaban una nueva ovación. Con los oportunos agradecimientos al Ayuntamiento, al público, a los medios de comunicación y, sobre todo, a Unicaja, la entidad patrocinadora, comenzaba el verdadero concierto. Potente, entregada y con el respetable más cerca, Luz seguía resplandeciendo. Al ritmo de Hechizada, volvía a sus orígenes de rock and roll.

"Me gustaría compartir escenario con una mujer valiente, otra del club". Sin distancias y en familia, Lamari de Chambao salió a escena. "Decidí hace tiempo recuperar a un grupo, Triana. Curiosamente una de sus canciones también la hace Lamari, así que nos va a salir muy bien", dijo. Su frialdad, a ritmo de reggae, a dos voces y con las manos unidas llenó la noche de buenos recuerdos. "Hay una malagueña con una voz única". Diana Navarro cerraba el triunvirato con Tatuaje, compartido con una Luz pletórica.

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