Iberia-British AirwaysFinancial Times

31 de julio 2008 - 01:00

Cursillos y cursillistas

He leído días pasados en este diario un comentario de Eugenio Chicano que titula Cursillos y cursillistas, que considero tan injusto como innecesario. La estupidez o suficiencia es uno de los más viejos errores que acompañan al ser humano y que ahora en este siglo ha alcanzado ya su total madurez; tal es así, que cuando el hombre llega a su máximo grado de tan añejo pecado pierde su musa, deja de expresar todo lo bueno que hay en todos y cada uno de nosotros y tiene que recurrir a viejas historias, probablemente llenas de resentimientos que es lo que verdaderamente puede llegar a estrechar la libertad de sus pensamientos. La verdad es que esperaba algo mejor y más progresista de tan liberal artista. Otra vez será, siempre hay tiempo de rectificar, todos en un momento determinado nos quedamos en blanco y recurrimos a decir alguna que otra bobada. Los Cursillos de Cristiandad han dado tantos y tan buenos frutos que no necesitan otra defensa que decir al ignorante que los critica que los haga y después que exprese con toda libertad su comentario.

A. Mérida Ruiz (Correo electrónico)

Suspendido con un ocho

Acaban de celebrarse las oposiciones de Secundaria. Aunque sus resultados han sido buenos para los profesores interinos, se han producido excepciones que, aunque algunos podrán achacarlas a la simple mala suerte, pienso que son excesivamente injustas. Voy a contar mi caso, pues sé que es representativo y que muchos podrán identificarse. Soy profesor interino de Geografía e Historia. Mi nota total ha sido de más de ocho (8,0800). Con esta calificación, mi puesto habría sido el 249 entre 808 (este último sacando 5,0830). Es decir, habría sacado las oposiciones de calle. Sin embargo, no las he sacado. ¿Cómo se explica? Pues se explica porque esas plazas iban a distribuirlas por tribunales, adjudicándoles a cada uno un número en proporción a los opositores realmente presentados (cada no presentado baja la proporción), y yo he tenido la fortuna de ser aleatoriamente destinado (no se podía elegir) al tribunal número 35 de Jaén, en el cual ha habido en torno al 50% de no presentados. Resultado: 13 plazas. Creo que yo he sido el 14. Tengo entendido que, en el tribunal número 30, de Huelva, ha ocurrido lo mismo. Salta a la vista el agravio comparativo: en tribunales con más plazas, hay quienes las han obtenido con poco más de un 5. Tal vez sea legal, pero la injusticia es tan evidente (insisto: mi caso no es, ni mucho menos el único) que algo debería hacerse para ponerle remedio, tanto para ahora como para futuras convocatorias. Por ejemplo: ¿por qué han dejado de presentarse los opositores? Pues porque, en estos tribunales iban acumulados la mayoría de los inscritos no andaluces. Por supuesto que tenían derecho a presentarse, pero, puesto que la experiencia dice que la mayoría termina no compareciendo, podrían distribuirlos por todos los tribunales, de forma más equitativa, y así sería menor el perjuicio que causa su no comparecencia. Tampoco sería mala idea que los tribunales se limitaran a calificar a los opositores, no teniendo plazas adjudicadas, y yendo éstas en una lista única, que distribuiría luego la Consejería de Educación.

Adolfo Ranero (Correo electrónico)

Cuando Caja Madrid, caja de ahorros y mayor accionista de Iberia, formó el pasado año una participación de bloqueo del 23% en la aerolínea, a su presidente sólo le faltó envolverse en la bandera española. Llegando poco menos que cuatro meses antes de las elecciones generales españolas de marzo, sus belicosas palabras estaban políticamente cargadas. Caja Madrid tiene estrechas relaciones con el Gobierno regional de Madrid, bastión del Partido Popular de centro derecha. Con la defensa de las líneas aéreas de bandera del país, que son criticadas a menudo pero aún queridas por los ciudadanos, Belsa y su banco confiaban en contribuir a que el PP arrebatase el Gobierno nacional a los socialistas. Al final, el PP fracasó y Belsa bajó el tono de su retórica nacionalista. Iberia estaba otra vez en la partida en medio de un reajuste más amplio del sector. El aparente respaldo de Caja Madrid a la fusión con BA refleja en parte la nueva realidad económica. Los precios en alza de los combustibles, el aumento de la competencia y la propagación del pesimismo sobre la demanda han castigado las acciones de Iberia, al igual que las de sus rivales. (...)

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