Un nuevo puente sobre la Bahía de Cádiz

LA inauguración del nuevo Puente de la Constitución de Cádiz, presidida ayer por el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, es un hito importante no sólo para esta ciudad, sino para toda Andalucía. Más de ocho años -el doble de lo previsto- y unos 500 millones de inversión han sido necesarios para que el puente más alto de Europa sea una realidad. Por eso no se entienden las prisas de última hora para organizar una inauguración con un tono gris, entre dudas, improvisada, a falta de detalles, cursando invitaciones por teléfono de manera oficiosa y negando in extremis que los gaditanos lo recorran a pie alegando motivos de seguridad. La ocasión merecía una mayor brillantez y parece claro que han existido razones electoralistas por parte del Gobierno para proceder de forma tan atropellada.

Dicho esto, no cabe duda de que la finalización del puente es un acontecimiento histórico en el que han colaborado muchas personas e instituciones, empezando por la ex alcaldesa de Cádiz, la popular Teófila Martínez. Los más de cinco mil metros de esta infraestructura, que une a la capital gaditana con Puerto Real y que puede considerarse como el proyecto más ambicioso de la última década en España, mejorarán sensiblemente las comunicaciones de la Bahía y ya se han convertido en un hito, en un referente para ingenieros de medio mundo del que todos, gaditanos, andaluces y españoles podemos sentirnos orgullosos.

Su puesta en servicio aliviará en adelante la carga que soportaba el puente Carranza y las arterias principales de la capital, y facilitará enormemente la circulación de personas y mercancías. También, en clave local, acercará a Cádiz localidades vecinas como El Puerto de Santa María y Puerto Real. Si en su día existieron voces que cuestionaron la necesidad de acometer esta obra tan costosa para levantar un gigante sobre la Bahía, ya sólo cabe rendirse ante la nueva dimensión que proyectará la capital al exterior como símbolo de modernidad, que hará olvidar más pronto que tarde las colas que convertían el acceso a Cádiz en una auténtica pesadilla.

Ahora sólo queda, como dijo la presidenta de la Junta, Susana Díaz, luchar por el empleo y el bienestar de una de las zonas de España más castigada por la crisis y el paro. El nuevo Puente de la Constitución es un gran avance, pero de poco servirá si no va acompañado por nuevas iniciativas económicas y sociales que dinamicen la Bahía de Cádiz.