Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
DÍA de los Inocentes, de los tontos, día grande de la fiesta de verdiales... Aún me aparecen nítidas y frescas las imágenes de mis primeros contactos con el mundo vivo del verdial. Sí, fue al mudarme a la finca del Candao allá por el 57, donde alquilé mi primer estudio de pintor. Enfrente, en el borde del arroyo Gálica, en el quiosco de Buitrago se reunía la panda. Nunca pude imaginar lo que supondría para mí estar dentro de la Fiesta, conocer sus componentes, tener en mis manos pandero, platillo y guitarra. La panda de entonces la componían Antonio el de Ortega como alcalde, violinero Alfonso Aguilar, Paquillo el de la Josefa y Miguelillo Barcenillas eran las guitarras, al cante Paco Vilorta, los platillos de Paquillo, El Pili, el pandero de Antonio Romero, El Rucho, la bandera con Antonio Vilorta y al baile su novia María La Galicha. Fue una panda bien asentá, que hoy recuerdo con gran cariño por los amigos que hice y lo que tanto aprendí de ellos.
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