Cultura

Tradición deseada

  • Argumentos a favor de la 'gran música' en la Semana Santa de Málaga

Concierto de la Orquesta Filarmónica de Málaga en el Teatro Cervantes.

Concierto de la Orquesta Filarmónica de Málaga en el Teatro Cervantes. / javier albiñana

Een estos días de Cuaresma, cada año me viene a la memoria el recuerdo del maestro Odón Alonso y la obra de J.S. Bach La Pasión según San Mateo. Eran unos días llenos de emoción aquellos que el maestro dedicaba a preparar el concierto de la obra de J.S. Bach, en el Teatro Cervantes. Cuidaba de una manera especial, con exquisito tacto, la disposición de los cantantes solistas, los coros y las orquestas. Recuerdo sus apuntes sobre la interpretación que deseaba conseguir, como el detalle del silencio que debía producirse, cuando Cristo pronuncia sus últimas palabras: "Eli, Eli lema sabachtani" ("Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?").

El maestro pensaba que Málaga era una ciudad especial para la interpretación de La Pasión; había percibido la gran sensibilidad con la que Málaga representaba la Pasión, por las calles y plazas, en los días de su Semana Santa. Sentía que "La Pasión", de J.S. Bach debía acompañar siempre a la Semana Santa malagueña.

Todo comenzó en una conversación que el maestro tuvo con el alcalde Pedro Aparicio y conmigo, en el Teatro Cervantes. Nos confesó su deseo de hacer tradición interpretando todos los años, en los días de la Cuaresma, la gran obra del J. S. Bach, con la entonces llamada Orquesta Ciudad de Málaga. Nos dijo: "Me produce una gran ilusión, desearía interpretarla mientras tenga las fuerzas necesarias y vosotros me lo permitierais". Aquella propuesta conmovió al alcalde Pedro Aparicio, y a los que conocisteis a Pedro Aparicio, y su sensibilidad para con la música, sabéis que no exagero en esta afirmación.

El alcalde Pedro Aparicio siempre deseó incorporar la gran música a los grandes acontecimientos culturales de Málaga; uno de estos deseos era el de sumar a la música de las bandas, de tanta tradición en la Semana Santa de Málaga, la gran música sinfónico-coral; y el otro deseo fue el de acompañar a la Feria de Agosto de gran música festiva y para lo que se creó el programa La Gran Música en Fiestas, que tenía lugar durante los días de la Feria.

Aquel deseo del maestro Odón Alonso comenzó a hacerse realidad en el año 1992, en los días 10 y 11 de abril, con la Orquesta Filarmónica de Málaga, dirigida por el maestro Odón Alonso. En el transcurso de la relación del maestro Odón Alonso con la Orquesta, interpretó esta gran obra, monumento musical y obra maestra del barroco, en cuatro ocasiones más, en las temporadas 1992-93, 1993-94, 1994-95 y 1998-99. La interpretación de La Pasión según San Mateo, de J. S. Bach, por la Orquesta Filarmónica de Málaga, llegó casi a considerarse una tradición en los días de Cuaresma del calendario cultural malagueño. En siguientes temporadas la OFM volvió a interpretarla, bajo la dirección del maestro Salvador Mas (2010), y del maestro Jordi Casas (2014).

La Semana Santa de Málaga, además de una manifestación religiosa, es un hecho cultural de primer orden, que en Málaga se vive de una forma muy especial e intensa desde lo religioso, lo cultural, lo social y lo económico. Es un hecho cultural grande en todos los sentidos, y en una ciudad como Málaga, con una vida musical de larga historia y una vitalidad evidente hoy, también lo debe ser en lo musical, por eso en los días de Cuaresma, al hilo del calendario de la religiosidad, no es excepcional el ver programados conciertos de música religiosa, en muy diferentes espacios, por agrupaciones musicales de todo tipo, con pequeñas y grandes obras del patrimonio universal de la música religiosa.

Esta pequeña historia, anécdota al caso, del Maestro Odón Alonso, La Pasión, de J.S. Bach y la Semana Santa de Málaga, no son más que unos pasos más en el sendero del deseo de institucionalizar una emotiva tradición que vinculara la Semana Santa con la gran música. Ya el insigne músico de Benamocarra, Eduardo Ocón (1833-1901), en la segunda mitad del siglo XIX, trabajó con esta misma intención de establecer una tradición en la interpretación del Miserere, su obra más importante de corte religioso.

En la programación de los conciertos de música religiosa, de la Cuaresma malagueña, se incluyen, con cierta asiduidad, por diferentes agrupaciones musicales y en diferentes espacios, La Pasión según San Mateo, de J.S. Bach, el Miserere, de E. Ocón y el Via Crucis, de Arturo Díez Boscovich. Qué deseable sería que estas obras formaran parte de una programación anual institucionalizada, por unas agrupaciones musicales que asumieran el compromiso y en unos mismos espacios religiosos. Todo ello vendría a constituir una singular y significativa tradición musical, un auténtico acontecimiento musical, que vendría a engrandecer, aún más, y a dar mayor atractivo a nuestra Semana Santa.

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