La etapa de José Antonio Griñán como presidente de la Junta de Andalucía queda indefinidamente marcada por su relación con el caso de los ERE fraudulentos. También su futuro como cargo público, que pasa por ocupar un escaño en el Senado. El mantenimiento de este aforamiento se ha interpretado como una protección ante la posible imputación de Griñán por el caso de los ERE, más cercana tras la declaración ante la juez Mercedes Alaya del que fuera interventor general de la Junta, Manuel Gómez, a finales de julio. No obstante, Griñán en una entrevista ayer con la cadena Ser consideró una "mezquindad" que se vincule su designación como senador como una defensa ante los ERE (tendría que ser juzgado por el Tribunal Supremo), porque aforamiento "no es impunidad".

Es el propio Griñán quien en esta recta final ha apuntado esta vinculación como la principal razón de su dimisión un año después de las elecciones autonómicas ("Me voy porque quiero preservar a la Junta de la erosión del caso de los ERE"), aunque  la "primera y más" importante es de índole familiar y personal, dijo.

Griñán aludió también al hecho de que tenía el convencimiento pleno de que no iba a concurrir en las próximas elecciones y que era necesario abordar un relevo generacional.

 "Con todo lo injusto que pueda suponer el que se haya dirigido toda la acción política del caso de los ERE contra el presidente de la Junta, lo que sí es verdad es que la Junta tenía mas dificultades para trabajar desde el punto de vista de los objetivos más importantes que tiene un gobierno en estos momentos, como son luchar contra la crisis", indicó. Al final Griñán reconoció que  había un "monotema" en la oposición, el PP-A, y "fuera del tema de los ERE, la oposición en Andalucía no se había definido, y ahora se va a tener que definir" y explicar lo que hace a nivel nacional y cuál es su proyecto para Andalucía.

Griñán, al que le ha dado últimamente por hablar de sí  mismo en tercera persona, dijo que el debate ahora podrá ser sobre "Pepe Griñán, pero no sobre el presidente de la Junta".

Para el dimitido presidente de la Junta, el "daño que se ha hecho con los ERE ya está hecho" y aludió al daño que le ha hecho a él, a su familia y allegados. "Lo que me preocupaba es el daño que se pudiera hacer a la gobernación de Andalucía y yo creo que en este momento tenía que dar un paso atrás", indicó.

Por esta razón Griñán calificó de una "mezquindad" de determinadas personas que se diga que busca ser senador para tener aforamiento ante el caso ERE. Recordó que él ya está aforado como diputado andaluz (se desconoce si continuará una vez que tome posesión Susana Díaz como  presidenta de la Junta, para no hacerle sombra) y defendió que ocupando los cargos de presidente federal del PSOE y de secretario general de los socialistas andaluces y después de haber sido presidente de una comunidad tenga el "legítimo derecho" a estar en esa cámara parlamentaria. "Yo debo elevar, en el sentido de pasar de lo concreto y cotidiano de Andalucía, a una política más general", expresó Griñán, quien cree que puede cumplir una función compatible con su posición de presidente del PSOE. Griñán compartirá grupo en el Senado con otros cuatro ex presidentes autonómicos del PSOE y con varios líderes territoriales de su partido. 

  En cuanto a su sucesora como presidenta del Gobierno andaluz, la actual consejera de Presidencia e Igualdad, Susana Díaz, Griñán destacó que puede aportar una "mirada distinta" y que llegará al cargo respaldada por la unidad del PSOE andaluz. Para Griñán, que se ha sentido "cómodo" con IU en su Gobierno, es "buena la estabilidad", pero, en todo caso, es a Díaz a quien corresponderá tomar la decisión sobre la fecha de las elecciones.

Griñán también aprovechó su retirada para lanza un mensaje al presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy. Dijo que él ha renunciado para que el debate se pueda centrar en los asuntos que interesan a esta comunidad y que alguien debería "tomar nota" en relación al caso Bárcenas. Para el presidente andaluz en funciones hasta que Díaz tome posesión, Rajoy debería "abrir las puertas" a una comisión de investigación, como se hizo en Andalucía con el caso ERE, y al debate público.  

Preguntado sobre si la decisión que ha tomado de renunciar podría ser aplicable también al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, rechazó esa interpretación (a pesar de que en su despedida ha incidido, y mucho, en que suponía un gesto de los políticos de la Transición para dar paso a una nueva generación) y dijo que, en todo caso, ve más relación con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

El presidente del Parlamento andaluz, Manuel Gracia, se reunirá mañana con los portavoces de los tres grupos políticos con representación parlamentaria (PSOE, PP e IU) en la ronda de consultas previa a proponer un candidato o candidata a la Presidencia de la Junta de Andalucía. Hoy el Comité Director del PSOE designará como candidata a Susana Díaz, que presumiblemente contará en el debate de investidura con el apoyo de IU.