El nombramiento del granadino Noel López como lugarteniente de Juan Espadas le sorprendió incluso a sí mismo. Unos días antes, aseguraba ante la posibilidad de llegar al núcleo duro de los socialistas andaluces que era un “simple militante con responsabilidad institucional".

De 45 años de edad, nació en la localidad de Maracena, de la que fue alcalde antes de pasar a ocupar el escaño número 6 en el Parlamento de Andalucía desde junio del año pasado. Se formó en el IES La Madraza de la capital granadina. Su formación también incluye un grado medio en electricidad y “estudios de Educación Social en la Universidad de Granada”.

Es funcionario de la Diputación Provincial de Granada desde 1997, afiliado a Juventudes Socialistas de la que fue secretario de Organización desde 2001 a 2003. Se afilió al PSOE en el 2000 y ejerce como secretario genertal de la Agrupación Local de Maracena desde 2004 hasta la actualidad. Pertenece a la ejecutiva Provincial del PSOE de Granada como Secretario de Política Municipal desde 2012.

Entre sus cargos institucionales ha ejercido como portavoz en la oposición del Ayuntamiento de Maracena desde 2003 a 2007, año en el que accedió a la Alcaldía.

Fue uno de los ocho alcaldes socialistas que forman parte del grupo de trabajo Escucha Activa, creado por Juan Espadas tras asumir la secretaría general del PSOE de Andalucía, pero lo cierto es que el nombre del alcalde maracenero no dejaba de girar en la órbita cercana del nuevo dirigente andaluz.

López dejó el que era su cuarto mandato al frente del Ayuntamiento de Maracena, uno de los principales municipios de la provincia granadina, trayectoria que ya lo había consagrado como uno de los barones del PSOE de Granada y también como la personificación del llamado municipalismo al que tanto se ha encomendado el Partido Socialista en los últimos tiempos.

Esa fuerza localista -es referente entre muchos alcaldes de la formación- lo impulsó a que en 2017 diera el salto a luchar por la secretaría general de la provincia. Aunque aquel asalto acabó en derrota, la experiencia hizo que el nombre de Noel López mantuviese un peso político que, durante el cambio del PSOE-A, se sumó al de quien resultó ganador de aquel congreso provincial, José Entrena, para cerrar filas en torno a Espadas.

Éste le había confiado la tarea de superar la fractura que existe todavía en algunas provincias por la escasa representación que tienen en los órganos ejecutivos del partido tras la salida de Susana Díaz.