Medio ambiente

Los pájaros se vacían en la Andalucía vaciada

  • Las aves de los hábitat agrarios han descendido un 27% en menos de 30 años

  • SEO/BirdLife reclama que la Política Agraria Común impulse y premie los sistemas y las prácticas beneficiosas para la biodiversidad

Una pareja de perdices en un campo andaluz.

Una pareja de perdices en un campo andaluz. / F. P.

Atrás quedó el tiempo en que cualquiera que paseara un fin de semana junto a los campos de trigo o los olivares de Andalucía se topaba irremediablemente con un grupo de perdices y su peculiar modo de correr y de volar bajo incansablemente. Esa imagen del pasado se hace cada vez más difícil. La Andalucía agraria, la rural y vaciada, también se vacía de los pájaros

Las especies de aves vinculadas a los medios agrarios sufren un declive generalizado, según denuncia SEO/BirdLife en el III Atlas de las Aves Reproductoras en España, que recoge los resultados del programa Sacre y que ha recogido la agencia Efe. La ONG alerta de que especies comunes en el campo hace 20 años, como la alondra, la calandria, la collalba rubia, la codorniz, el sisón común o la perdiz han sufrido importantes declives en toda España.

Por ejemplo, el alzacola común ha sufrido una disminución del 94,8% en el conjunto de España, lo que pone en evidencia los cambios negativos generados en el hábitat de esa especie por la intensificación de cultivos como la vid y el olivo.

SEO/BirdLife reclama que la Política Agraria Común impulse y premie los sistemas y las prácticas beneficiosas para la biodiversidad sin que se menoscabe la rentabilidad de los agricultores, como por ejemplo reducir los biocidas, mantener barbechos o fomentar áreas silvestres como ribazos, linderos y otras zonas improductivas.

Las principales causas de la desaparición

Entre las principales causas que han contribuido a esta pérdida de aves agrícolas están la progresiva transformación e intensificación de la agricultura, enfocada sobre todo en la productividad, con uso generalizado de plaguicidas y herbicidas; la expansión de monocultivos y la simplificación del paisaje; la reducción de espacios silvestres y barbechos; la transformación de grandes áreas de secano en regadío y la utilización de semillas con productos altamente tóxicos.

Esta concatenación de factores ha provocado además un empeoramiento y la reducción de sus hábitats. Por ejemplo, desde 1990 los insectos han disminuido un 76% y también se han reducido las plantas con semillas como fuente de alimentación, así como los lugares donde criar y menos lugares donde criar y, en definitiva, menos territorio disponible y de peor calidad.

A estas causas se suman la construcción de infraestructuras industriales, de transporte y, recientemente, proyectos de energía renovables, en especial fotovoltaica, que, en gran medida, ocupan los hábitats preferentes de estas especies, injustificadamente considerados espacios de poco valor.

Todo ello ha conllevado que la aves ligadas a los hábitat agrarios sean las más amenazadas de la Península Ibérica, con un descenso del 27% en menos de 30 años, según la tercera edición del Atlas que se suma a la reciente publicación del Libro Rojo de las Aves de España.

Entre estas destacan las aves de ambientes agroesteparios. En España no existen estepas naturales, sino zonas semiáridas con distintos tipos de pastizal que han sufrido intervención humana en algún momento de la historia y, sobre todo, grandes áreas abiertas de cultivos cerealistas y de leguminosas, como la alfalfa, que son utilizados por muchas de las especies de aves típicas de zonas esteparias. Actualmente, todas ellas tienen algo en común, un descenso poblacional debido, sobre todo, al deterioro de su hábitat.

Entre las especies más conocidas, la perdiz roja, asociada a casi todo tipo de ambientes agrícolas (cereal, olivar, viñedo y otras leñosas), registra un declive importante, del 40% desde 1998, particularmente marcado en la zona mediterránea sur y norte.

En cuanto al Ave del Año 2022, el alzacola rojizo, SEO/BirdLife alerta de las marcas históricas de pérdida de ejemplares, pues el último censo de 2020 arroja una cifra de unos 17.000 ejemplares de los que Andalucía acoge al 70% y Extremadura el 28%. En el resto de su área, Murcia y Comunidad Valenciana, se limitan a unos pocos individuos.

SEO/BirdLife urge a que la PAC sea una "herramienta de cambio" para que las producciones más intensivas e industriales entren en la senda de la transición agroecológica e igualmente evite el abandono de sistemas agrarios y prácticas de gestión que son beneficiosos para las aves de medios agrarios.

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