Todo el debate parlamentario de aquí a los próximos meses corre el riesgo de gangrenarse por el caso de las prejubilaciones falsas detectadas en la Junta de Andalucía. La intención del PSOE de extirpar de raíz esta polémica con la negativa a celebrar una comisión de investigación ha provocado que los grupos de la oposición se afanen en aprovechar la mínima ocasión para salpicar cualquier intervención parlamentaria con este caso.

Así el Parlamento se ha convertido en el foro donde los responsables políticos de PSOE, PP e IU pueden lanzarse a la cara las acusaciones que durante los restantes días vierten en los medios de comunicación. Y el nivel de tensión, obvio, se dispara.

El último ejemplo se vivió ayer en el inicio de la sesión plenaria. El consejero de Economía, Innovación y Ciencia, Antonio Ávila, compareció a petición propia y del PSOE para informar sobre el balance de políticas de apoyo a las empresas en 2010.

Pero tras su alocución, los portavoces de la oposición abrieron fuego. El portavoz económico de IU, Pedro Vaquero, cuestionó el silencio de Ávila sobre el tema de los ERE cuando es responsable de la concesión de ayudas a las empresas y reclamó conocer si ha habido cambios en el procedimiento. Y dio un aviso a quien quisiera interpretarlo en clave electoral: "La ofensiva de la derecha a lo público compromete estas ayudas en el futuro. Vendrá 2012 y esperamos que limpien la era antes de ese año, porque todo lo que se acerca a ustedes está ahora contaminado".

Sin posibilidad de capturar rehenes atacó la portavoz parlamentaria del PP, Esperanza Oña, que llamó "cínicos" a los socialistas por situar el "centro de la corrupción" en la Consejería de Empleo cuando hay un millón de parados. Oña extendió la responsabilidad a los consejeros, responsables de aprobar las ayudas inferiores a tres millones de euros. "Todos ustedes están tocados del ala, implicados en la mayor trama de corrupción política que ha vivido Andalucía", denunció.

El diputado socialista Antonio Nuñez acusó al PP de convertir el Parlamento en un "circo" y de no respetar el principio de inocencia, "lo que es puro fascismo". Ávila defendió que en el Gobierno andaluz "no anida la corrupción" y opinó que el PP "intenta buscar un Gürtel en Andalucía".