A pesar del empeño de la Junta de Andalucía expresado tras la ronda de conversaciones que el presidente Juanma Moreno mantuvo ayer con los representantes de todos los grupos políticos con representación parlamentaria, lo cierto es que la institucionalización del diálogo en temas “transversales que van más allá de izquierda o derecha” tal y como lo señaló el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, deberá esperar hasta que se resuelva la investidura en el Gobierno de España. Importa poco el contenido hecho llegar desde el Ejecutivo andaluz a los representantes de PP, PSOE, Vox, Por Andalucía y Adelante Andalucía. Los 14 puntos que van desde la sequía a la financiación autonómica, de la vivienda a la violencia de género, quedaron por detrás de las referencias a la amnistía o a la organización del Estado, reivindicaciones ambas hechas por los partidos nacionalistas como un posible precio a su apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, una vez que se da por fracasada la de Feijóo.

Al que con más insistencia se le solicitó su postura fue al secretario general de los socialistas andaluces, posiblemente porque a lo largo de los últimos días, Juan Espadas no se ha movido del mantra de que “ahora es el turno de Feijóo”. Ayer tampoco lo hizo y se tapó con un “cuando llegue el momento, daré mi opinión” (“que por otra parte no sorprenderá a nadie”, añadió en un posterior corrillo). Ni siquiera dudó al recordarle las opiniones de históricos dirigentes de su partido, desde José Rodríguez de la Borbolla (cuya tribuna publicada ayer en los diarios del Grupo Joly fue omnicitada) a Felipe González o Alfonso Guerra, todos ellos muy críticos con la postura oficial del PSOE nacional. Ante esta tesitura, Espadas se refugió en uno de los pocos que salió en defensa de la misma, como “Rafael Escuredo, que fue presidente de la Junta y que tiene una opinión respetable”.

Las citas a los dirigentes socialistas, llegaron incluso en boca del portavoz del PP, Toni Martín, que llegó a leer el párrafo del “desmantelamiento de la España constitucional” que ayer defendía Rodríguez de la Borbolla, aunque en esta ocasión para concluir que “cuando los socialistas de hoy critican a los socialistas de entonces, en esa casa pasa algo que deberían hacérselo mirar”.

La organización del Estado –en esta caso de la mano de la propuesta del lehendakari Urkullu– también tuvo una parada en las conversaciones de ayer.Como en casi todas, hay un punto de acuerdo: “Andalucía se ha ganado el derecho a concurrir como una autonomía histórica – porque lo es– y a no consentir que se le trata como a un territorio de segunda”. El cómo conseguirlo sí que parece más complejo, toda vez que los reproches tienen calado nacional. Sea como fuere, sí parece que, referencias andalucistas al margen, sí tiene el consenso total a la hora de reclamarlo en Madrid. Una propuesta en este campo con pocas posibilidades de prosperar, fue la de Espadas, en esta ocasión como senador por designación autonómica, de utilizar la Cámara Alta para lo que fue concebida: “que el Gobierno andaluz nombre un interlocutor y hablamos”.

Uno de los pocos asuntos en los que parece haber más posibilidades de acercamiento es en el de la necesidad de una reforma del sistema de financiación autonómica, un asunto que deberá dirimirse más en el interior de cada uno de los partidos mayoritarios, con líderes que defienden posturas encontradas según sean los parámetros de los lugares donde gobiernan. El diagnóstico andaluz es que “Andalucía es la comunidad peor financiada de toda España y debemos ir juntos a pedir que se restituyan los millones que se pierden al año al no tener en cuenta la población real. La cita es de José Ignacio García, portavoz de Adelante Andalucía, aunque, con matices, podría haber sido pronunciada por cualquiera de los portavoces que ayer acudió al encuentro con el presidente de la Junta.

Choque de Vox con Juanma Moreno

Todos con al salvedad de Vox. De su portavoz salieron las críticas más duras de todas las que escucharon en la mañana de ayer. Manuel Gavira está convencido, de que “los ataques por parte del PP a Vox se van a recrudecer en Andalucía. Tal vez le recordemos principios y valores que ellos enarbolaron y abanderaron durante mucho tiempo y que ahora ya no lo hacen”. Sencillamente no entiende “que se lleguen a acuerdos entre los dos partidos en otros territorios” y en Andalucía la falta de entendimiento con Moreno es total. Con ellos, “no se va a contar para enfrentar a territorios”.

Doñana y la sequía

La palabra singularidad, ha copado el debate sobre la sequía.Es la que según la Junta, tiene Andalucía que exigir ante las instituciones europeas. La respuesta de socialistas y los dos grupos de izquierda fue “que sí, que de acuerdo, pero que se retire la ley de ampliación de regadíos de Doñana”. La propuesta de la Junta es solicitar a las instituciones europeas (las mismas que han rechazado en repetidas ocasiones el articulado de la proposición de ley) fondos extraordinarios para hacer frente a la sequía, especialmente grave en un territorio que da de comer a 500 millones de europeos. Inma Nieto fue la que expuso la “falta de credibilidad” que suponen ambas posturas y Espadas que “si nosotros hemos llegado a conocer que las partidas para acometer obras hidráulicas apenas se han ejecutado en un 15%, Europa también lo va a hacer y para cualquier plan de ayudas, hay que hacer los deberes”.

El líder de los socialistas andaluces recordó su ofrecimiento: “se retira la ley de Doñana y al día siguiente están hablando con el Gobierno”. A nadie sorprendió tampoco la garantía de la “continuidad de la tramitación parlamentaria de la ley” que expuso Antonio Sanz que añadió que “en este caso, el PSOE sólo ha utilizado la bronca”.

También la violencia de género (de nuevo con la incógnita de Vox), puede constituir un punto de encuentro entre las formaciones políticas. Por Andalucía propuso dar un paso más a la constitución del grupo de trabajo que la semana que viene aprobará el Parlamento andaluz y señaló hacia la necesidad de un pacto global que impregne todas las medidas para hacer frente a “una lacra” que se ha cebado con la comunidad en un verano negro.

El consejero de Presidencia resumió el espíritu de los encuentros: “estamos ante un hito. Andalucía marca la diferencia con el resto de las comunidades autónomas y afronta los principales asuntos del curso político con los brazos abiertos. Ahora, hay que darles continuidad , como en las reuniones mensuales que mantengo con los portavoces de los partidos políticos. Esto se va a traducir en un diálogo permanente con los representantes de todas las consejerías competentes para avanzar en cada uno de los asuntos planteados por el presidente de la Junta”. Hasta la investidura parece poco probable.