Santiago Herrero. Presidente de la CEA

"Mantendré mi candidatura hasta el final, no soy de amagar y no dar"

  • Es uno de los tres candidatos que se han presentado para sustituir a Díaz Ferrán en la CEOE · Está dispuesto a un consenso siempre que le sitúe en la presidencia; si no, prefiere que hablen las urnas el 21 de diciembre

El miércoles día 3 Santiago Herrero (Sevilla 1947) presentó su candidatura a la presidencia de la CEOE. Se muestra muy decidido en el empeño.

-¿Seguro que usted no va a retirar su candidatura a la CEOE?

-Segurísimo. La mantendré hasta el final.

-O sea, que el consenso que ofrece es con usted de presidente.

-El consenso de los tres candidatos significa que uno será presidente y los otros asumirán otras funciones.

-¿Cómo puede ser la negociación?

-La posición de cada uno depende de cómo se vea.

-Y usted ¿cómo se ve?

-Yo me veo fuerte, seguro, receptor de muchos apoyos y con muchas posibilidades.

-¿Se cumplirá la tradición de que sólo haya un candidato?

-Si hay consenso es conmigo como presidente. Si no, no tengo ningún inconveniente en ir a un proceso electoral el día 21 de diciembre.

-¿Qué margen hay para el acuerdo?

-Hasta el día 20. El 14 se cierra el plazo de presentación de candidatos. Y despejado el panorama, en cualquier momento se puede producir un consenso.

-¿Su edad le da alas para esa seguridad que muestra? Esta sería su última oportunidad.

-No se trata de oportunidades: además de la ilusión y ambición de ser presidente, siento la obligación de presentarme, para que las corrientes y los debates internos de la organización se puedan manifestar en una votación. Pero esta sería la última vez que lo intentaría.

-Usted intentó en 2007 sustituir a Cuevas, contra Díaz Ferrán.

-Me presenté entonces con el mismo sentido que hoy. Con la obligación de defender el modelo que consideraba idóneo para la CEOE en ese momento, aun sabiendo que el resultado no iba a ser positivo. Pero no soy de amagar y no dar.

-¿Es usted de los tres candidatos el más parecido a Cuevas?

-Yo me parezco mucho a Santiago Herrero. Y tengo acreditado en la CEA cuál es mi estilo. Cada uno tiene sus virtudes y sus defectos. Cuevas tenía enormes virtudes, que acreditó a lo largo de los años en el gobierno de la institución. Y yo me siento con las mías propias en un momento en el que hay que afrontar una remodelación en profundidad de la CEOE.

-¿Cree que hay un tapado ?

-Como soy un descubierto, ignoro si hay tapados. Lo que sí me consta es que hay gente buscando candidatos que reúnan perfiles diferentes a los tres que ya hay.

-¿Un paracaidista puede ser elegido?

-Tiene que ser elector y elegible, como miembro de la asamblea. Pero la asamblea está abierta hasta el 26 de noviembre y cualquier organización podría incluir en su lista a una persona que quisiera presentar como candidato.

-Dijo en su discurso del miércoles que la CEOE vive una grave crisis.

-Muchas empresas se sienten mal o nada representadas en el modelo actual. De continuar con el mismo modelo, esas empresas podrían desmembrarse y la CEOE pasaría a ser otra cosa distinta. La crisis de la organización es la más grave desde su etapa fundacional.

-¿Hay en España una crisis de liderazgo?

-En España hay una crisis institucional. Y cuando nosotros deberíamos haber sido una referencia, no estuvimos. Hemos dejado de ser un referente social en nombre de la iniciativa privada y los empresarios.

-¿Qué es lo peor que hizo el Gobierno cuando empezó la crisis?

-No reconocer que había una crisis. Eso le llevó a no adoptar las decisiones adecuadas, sino al contrario: en pleno inicio de la depresión económica se gastó la caja. El ahorro que había nos podía haber permitido afrontar la situación en otras condiciones. Y cuando reconoció la crisis, ya estaba en déficit.

-¿Y qué ha sido lo mejor que ha hecho el Gobierno contra la crisis?

-Iniciar el proceso de reformas. Son tímidas e insuficientes, pero indican un camino, en el que hay que profundizar mucho más.

-¿Qué le falta a la reforma laboral?

-Le faltan muchas cosas. Por ejemplo terminar con la dualidad, la división de los contratados entre temporales e indefinidos. Además, las empresas necesitan flexibilidad para adaptarse a las circunstancias que los mercados globales imponen y no podemos estar en procedimientos largos, costosos e inseguros, para adoptar decisiones que necesitan ser casi inmediatas.

-¿Qué significa flexibilidad?

-La capacidad de poder tomar decisiones por parte de la empresa para ajustar plantilla, horario, jornadas o características de costes de producción. Si no hay flexibilidad a bajo costo y con agilidad no seremos competitivos.

-Alguna otra cosa más.

-Facilidad en la contratación y seguridad jurídica. El despido objetivo está mal conceptuado y no existe en la práctica. Tan sólo el 20% de los despidos se tramitan como despido objetivo y de todos esos, sólo el 12% es estimado por los jueces.

-¿Hay que retrasar la edad de jubilación en España?

-Para mantener el sistema, es imprescindible retrasar la edad de jubilación y aumentar el cómputo de años para calcular la pensión.

-Y los sindicatos, ¿qué es lo peor que han hecho en este tiempo?

-No juzgo a los agentes sociales. Creo que cada uno tiene una enorme responsabilidad en esta etapa. Todos debemos modernizarnos de cara a afrontar los retos que el presente y el futuro nos deparan.

-Usted era el responsable, como vicepresidente de Relaciones Laborales de la CEOE, del diálogo social. ¿Qué ha fallado?

-Cuando no se llega a acuerdos, falla el diálogo. Pero el diálogo social para la reforma laboral no era un diálogo convencional en el que entre una postura y otra la media podía ser satisfactoria, como en un convenio colectivo. Era un diálogo en el que se necesitaba un mínimo de suficiencia, requerido por la situación económica y por los mercados. Y si ese mínimo no se daba, no había posibilidad de acuerdo.

-Cuando dice usted que la CEOE no ha estado a la altura de las circunstancias ¿ha sido por falta de liderazgo? Díaz Ferrán parecía un empresario en apuros que necesitaba la ayuda del Gobierno.

-El presidente de la CEOE ha convocado un proceso de sustitución con unas elecciones abiertas, en reconocimiento de una situación de crisis por su parte y de imagen de la organización. En esa convocatoria, adopta la decisión oportuna para la situación que él vive.

-¿Qué es lo peor que ha hecho la CEOE desde que empezó la crisis?

-Hemos afrontado la crisis reclamando por activa y por pasiva al Gobierno medidas, reformas. Y hemos recibido una escasa respuesta.

-¿No reconoce otra responsabilidad? ¿Podrían haber hecho más?

-La crisis de la propia organización ha supuesto también una pérdida de influencia para que se reconociera la urgencia de las medidas que se solicitaban.

-Usted se enfrentó a Díaz Ferrán en 2007 y perdió por nueve a dos. Después mantuvo una cierta distancia y finalmente hubo un acercamiento. ¿Por qué le ha apoyado?

-Me tengo por un hombre institucionalmente leal y creo que no todo sirve si deteriora a la organización. Lo más importante era colaborar para que la situación no se agravase. Hay que hacer las cosas en función de unos principios. Me gusta mucho la expresión de que hay que exponerse para que triunfen los propósitos por los que uno lucha.

-Hay varios sambenitos sobre la CEOE. Se repite mucho que las patronales están subvencionadas por los gobiernos.

-Lo niego con toda rotundidad. Una cosa es colaborar con las administraciones públicas y otra recibir subvenciones puras y duras, con cargo a los presupuestos. Prestamos unos servicios amplios y eficaces, en particular en el área de la formación. Pero esa estructura ni es una carga para la organización, ni le resta independencia.

-¿Le han inspeccionado sus cursos de formación en la CEA?

-Hemos tenido 18 inspecciones de todas las instancias interventoras de la Unión Europea, la Administración general del Estado y la Junta. Y no hemos sido requeridos para la devolución de un solo euro.

-¿Cuánto dinero recibe la CEA y sus territoriales para formación?

-No tengo ni idea. Cada organización es autónoma en sí misma.

-¿Qué presupuesto de funcionamiento tiene la CEOE?

-Unos 17 millones de euros.

-Y ¿cuántos empleados tiene la cúpula de la patronal?

-Unas 125 personas.

-Si usted y Rosell hicieron un pacto en mayo, en el Hotel Majestic, cuando se jugó en Barcelona la final de la Copa, por el que usted podía sustituir a Díaz Ferrán hasta el final de su mandato y dejarle paso después a su colega catalán, ¿por qué no lo ha mantenido?

-Tengo una magnífica relación personal con los dos candidatos, en especial con el señor Rosell. Cuando en alguna ocasión voy a Barcelona o él viene a Andalucía nos hemos visto, hemos hablado de la organización y de su futuro... Pero no hubo ningún pacto del Majestic, ni ahora hay pacto alguno. Lo que probablemente sí tenga Rosell, como yo, es la voluntad de llegar a un consenso si se dan las circunstancias. Y esa misma actitud tengo respecto al señor Banegas.

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