Albentosa o la derrota en la ruleta rusa

Ayer expiró la opción del Málaga para adquirir en propiedad a Raúl Albentosa. El jugador ya sabía el miércoles que no la iba a activar, y lo venía temiendo desde hace semanas. A mediados de temporadas ya se habló con él sobre la opción de seguir y durante todo el verano estuvo prácticamente acordada su continuidad. Pero todo se torció a última hora en una negociación que acabó siendo una ruleta rusa para el valenciano.

Un cambio en las condiciones acordadas en su día con la cesión del Derby County por tres temporadas tiró todo al traste. Recién acabada la Liga, todo estaba hablado para que el alcireño diera el ok y el club ejerciera su opción de compra, situada en torno a 1,2 millones de euros. La sintonía era buena, pero entre las dos partes no terminaron de estampar el contrato. Para el Málaga siempre fue una opción interesante y se contaba con él a expensas de poder rebajar esos 1,2 kilos en unas negociaciones difíciles, ya que el Derby County no respondía con fluidez a las llamadas.

Todo empezó a virar cuando el agente del central recordó que su representado cobraba bastante más en la segunda inglesa que en su nuevo contrato con el Málaga (e incluso recordó las cifras astronómicas que percibiría en caso de ascenso a la Premier). Además, por deseo del futbolista de afincarse al fin en un sitio, una extensión de dos años más en su vinculación. Eso a priori no sentó bien a Francesc Arnau, quien no obstante sugiiró el estudio de la posiblidad una vez empezada la temporada, como bonus, en el caso de un buen rendimiento por su parte.

Informado de ello, Juande Ramos observó mirar otras opciones. Llegó Koné, pero también se dio la posiblidad de ir a por Diego Llorente, quien gusta bastante al técnico por el hecho de que da buena salida del balón, algo de lo que carece la zaga blanquiazul.

A partir de ese momento, las conversaciones se enquistaron, para enfado del futbolista, que se marcha del Málaga decepcionado con Arnau pero también sabedor de que en el escenario inicial podría ser hoy en día jugador del Málaga, club en el que se sentía feliz. También en la ciudad, donde nació su primer hijo.

Quien también se va, aunque con más pena que gloria, es el joven Mastour. El Málaga interrumpió el año de cesión que le quedaba y por ello volverá al Milán de inmediato.