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Aprendiz Dani Díez

  • "Quiero ser como Kuzminskas, es mi referente aquí", afirma el alero, que piensa en trabajar el bote con un entrenador personal en verano "Aún no he rendido como puedo hacerlo", reconoce

Lleva varias temporadas en la élite pero apenas sopla 23 velas. Hoy es el cumpleaños de Dani Díez. El alero madrileño sigue en fase de progresión en un Unicaja que parece haber encontrado su pulso tras numerosas decepciones. Así lo reconoce el jugador, quien ha descollado numéricamente en varios encuentros pero cuyo rol gravita más bien sobre la regularidad y solidez. Tener enfrente a Mindaugas Kuzminskas no deja de ser un reto mayúsculo al ser el alero lituano una estrella del basket europeo. Dani Díez se pone en su espejo para convertirse en figura del Unicaja a corto y medio plazo.

"Estoy encantado en Málaga. La ciudad me encanta, vivo en la playa, me he encontrado con amigos de la infancia, en el club son todos encantadores... El Unicaja es un club que exige mucho y eso me puede afianzar como un jugador importante de la ACB. Quiero ser como Kuzminskas, que es mi referente aquí", señala el ex del Real Madrid.

Desgrana alguna de las virtudes de su compañero. "Aparte de que es un tío muy simpático y tenemos una gran relación, me está ayudando a saber defender, es un jugador que juega muy bien el poste bajo, bota el balón, rebotea, es versátil... Tiene muchas cualidades", apunta Díez. Precisamente el bote sea la asignatura pendiente del alero madrileño. Lo admite Dani Díez y afirma que lo trabajará especialmente el próximo verano. "Sí, sin duda. El bote puedo mejorarlo y el tiro también, aunque el tiro no deja de ser tirar mucho e ir poco a poco. Últimamente no he estado con confianza. Para el bote y el poste bajo creo que cogeré un entrenador en verano o intentaré trabajarlo en la Liga de Verano con Portland. Haré todo lo posible para mejorar y ayudar al equipo todo lo posible", cuenta Díez. Portland Trail Blazers tiene los derechos del jugador cajista en la NBA. "El año pasado no fui a la Liga de Verano porque acabé muy cansado, con molestias en la rodilla y quería llegar a tope a la pretemporada con el Unicaja", señala.

Dani Díez es proyecto NBA. Habitual de las categorías inferiores de la selección española, se quedó fuera del último Eurobasket en uno de los cortes. Formado en Estudiantes y Madrid, el club blanco lo cedió en dos etapas a San Sebastián. La pasada campaña fue elegido el mejor jugador joven de la ACB. Opina Dani Díez que el Carpena aún no ha visto su mejor versión. "Creo que aún no he rendido al nivel que puedo hacerlo, es cierto. Aún me tengo que adaptar al entrenador, a un club más exigente, tengo menos minutos... Y aquí hay uno de los mejores aleros de Europa. Pelear cada día con Kuzminskas no es fácil pero también aprendo con él", dice.

Aunque este curso lo haya jugado como ala-pívot, Carlos Suárez también resulta fundamental en el aprendizaje de Dani Díez: "Es un tipo majo, simpático y me llevo muy bien con él. Lo da todo en la pista, siempre da el 100%. Me ha ayudado mucho a jugar con presión y a darlo todo. Suárez tiene mucha experiencia y sabe también cómo conseguir puntos y rebotes.

Cumple hoy 23 años hoy pero ya en 2012 tuvo que hacer las maletas. Fue cedido al Lagun Aro. "En San Sebastián me ayudaron mucho a estar centrado. Sito Alonso fue muy importante para mí. Cuando echas tantas horas extra al baloncesto luego no te apetece hacer muchas cosas o liarla por ahí [risas]. En San Sebastián tuve años muy buenos y eso me ha ayudado a venir aquí y a querer ser importante en el Unicaja", afirma.

Se ve Dani Díez feliz en Málaga, donde se ha reencontrado con Nacho Molina, jugador de El Palo que en su día fue señalado como futura estrella merengue. "Es amigo, juega aquí en EBA y nos vemos dos o tres veces a la semana", cuenta el alero, que hace migas con los del Clínicas. "Me llevo muy bien con Viny, Kenan, Romaric... Vamos a cenar, a comer, salimos. Cumplo 23 años, ellos son de mi edad y de mi entorno. La mayoría están casados y con hijos", bromea Dani Díez, a quien su padre le inculcó el amor por el baloncesto: "Tuvo una lesión y no se pudo dedicar a ello. Me metió a mí y a mi hermano en la cantera del Estudiantes".

Se siente un tanto en deuda Dani Díez con la afición cajista. Mañana el Fenerbahçe de Obradovic le echa el cerrojo a una Euroliga que se desconoce cuándo volverá. "Queremos que se vaya contenta. Vamos a luchar a muerte por ello", sentencia.

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