El regalo de Reyes de Bárbara Piñeira

La joven malagueña, con más protagonismo del esperado esta temporada, disfruta de la experiencia con el Costa del Sol y del estreno de la fase de grupos de la European League en el Carpena

Una historia de ciencia ficción

Por televisión

Bárbara Piñeira posa en el Carpena. / Joaquín Corrales

Bárbara Piñeira Calero (Málaga, 2002) disfruta de la experiencia de competir con la élite europea en esta gran aventura del Costa del Sol. La primera línea, que este año también ha tenido que desenvolverse como extremo por las lesiones, relata que comenzó en el Maravillas de Benalmádena, una de las grandes canteras del balonmano de la provincia. "Terminé en juveniles. El primer año estuve con el primer equipo, pero por problemas personales tuve que cambiar de categoría y bajar al filial. Agradezco mucho que me hayan dado otra vez la oportunidad, porque este era el sueño de toda jugadora. No pensaba que podía llegar tan alto. Tengo más minutos de los que esperaba. Soy muy consciente de lo que hay aquí, son jugadoras que han sido referentes para mí, que están en la selección y yo las veo desde mi casa y digo 'entreno y juego con ellas'. Al final es complicado pero tengo minutos que no esperaba e intento aprovecharlas al máximo", explica la joven malagueña, que compatibiliza el balonmano de alto nivel con los estudios: "Hago un grado superior de proyectos de edificación, antes era como la carrera de Delineación. Es complicado porque esta es una categoría exigente y le tienes que dedicar bastante tiempo al deporte. Pero con dedicación puedes sacarlo, si no el primer año pues empleas otro más. Estoy intentando como puedo, este año debería acabar pero igual tardo medio año más. Aunque compensa de sobra por todo lo que estoy viviendo".

"Yo nunca me hubiese imaginado esto. Aquí en el primer equipo sí, porque me lo he currado mucho y si te lo curras y los trabajas puedes llegar. Pero una fase de grupos de Europa jamás me hubiese imaginado ni estar calentando con ellas. Es impresionante", recalca Piñeira, que ha sido internacional española juvenil y junior, jugando campeonatos internacionales. Ahora contempla cómo se enfrenta o entrena con jugadoras del máximo nivel: "Lo estuve hablando el otro día. Jugadoras como las que vienen a Málaga el domingo son las que yo he estado viendo desde pequeña en la tela. Que han jugado mundiales, que han sido máximas goleadoras. En mi vida me hubiera imaginado jugar contra ellas. Acabar el partido y tener que pedirle una foto a una porque las he estado viendo 10 años en la tele. Nunca jugué aquí, vi desde la grada aquella final de EHF Cup ante en el Rocasa, pero es la primera vez que jugaré en el Carpena. Es una pasada estar aquí abajo".

"De confianza estamos muy bien, siempre la tenemos y muy bien, tanto en nosotras como en el grupo. Desde el primer momento trabajamos bien y duro. Las competiciones son muy parejas y ahora tendremos poco tiempo de descanso. Pero al final las ganas superan el desgaste físico y creo que llegaremos bien. Es un tramo complicado, con fechas difíciles, con tiempo para ver a la familia y entrenar. Los viajes son largos, pero sacamos las ganas de debajo de las piedras", explica la malagueña sobre cómo es el estado de un equipo que marcha líder de la Liga y que ha pasado dos eliminatorias muy complicadas para estar en esta fase de grupos que arranca este domingo en Málaga. Desde la grada estará la familia y amigos, que han seguidos su carrera desde pequeña y ahora la ven competir en la élite: "La familia siempre me ha seguido desde pequeña. Mi abuela, mi padre, mi madre, mi hermana, que es lo más importante que tengo en mi vida. Tenía un campeonato en Burgos y se iba para allá. Siempre me han seguido en todo y súper feliz. Para ellos vivirlo y que yo esté abajo es un verdadero orgullo. También amigos y amigas que me acompañarán este domingo y tendré esa suerte". Un buen regalo de Reyes para Bárbara Piñeira.

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