Berni, Alfonso Sánchez, Casimiro y Vecina llenan el derbi andaluz de reencuentros

El que fuera capitán del Unicaja se llevó una tremenda ovación en la presentación de los equipos

Berni Rodríguez saluda a la grada antes del partido.
Fran Navajas Málaga

01 de febrero 2016 - 05:02

El partido entre el Unicaja y el Baloncesto Sevilla estuvo plagado de recuerdos. No fueron pocos nombres los que regresaron ayer al Carpena, a la que fue y siempre será su casa. Del otro lado estaban Luis Casimiro, Berni Rodríguez y Alfonso Sánchez. En la grada, un Rafa Vecina que no quiso perderse las evoluciones del que fue su equipo, el Unicaja, durante seis temporadas.

Por supuesto, la marea verde era consecuente de todos estos reencuentros, más sorpresivo el de Vecina, y brindó su cariño a los que ayer eran sus rivales. Con Casimiro y Alfonso Sánchez pasando algo más de puntillas en la presentación, el aficionado cajista esperó pacientemente que el dorsal 41 apareciera en escena, el que porta Berni Rodríguez. La ovación para el ex capitán del Unicaja fue de gala. Nadie olvida lo que significó para el club de Los Guindos y su enorme importancia en la época dorada. Los aplausos no cesaban y Berni tuvo que corresponder en el centro de la cancha, abrazo de Chicui incluido. Berni elevó sus brazos y se tocó el corazón en un signo inequívoco de que él tampoco olvida su brillante pasado.

Precisamente fue Berni el que avisó de que el Baloncesto Sevilla no venía de paseo con un triple desde la esquina nada más comenzar el partido. Casimiro esperó al ecuador de la primer cuarto para dar entrada a Alfonso Sánchez, apenas unos segundos antes de llevarse una técnica de los colegiados. El entrenador del cuadro hispalense estuvo inquieto durante los 40 minutos con la labor de los colegiados. Mientras tanto, Alfonso Sánchez quebró a Carlos Suárez remontando la línea de fondo y anotando a aro pasado.

Casimiro comenzó a ser minucioso con los minutos que otorgaba a Berni. Aun así tuvo que tirar de él cuando en el segundo cuarto con su equipo sufriendo un tremendo atasco en ataque. No acabó de solucionarlo Berni, que se lamentó amargamente cuando el aro escupió una bandeja suya. De camino a los vestuarios, tanto él como Alfonso Sánchez regalaron más de un saludo cómplice a los muchos amigos que ayer poblaban las gradas del Carpena.

En muy pocos minutos coincidieron ambos sobre la pista. De hecho, tras una entrada a canasta marca de la casa por parte de Berni, éste se sentó en el banquillo para dar entrada a Alfonso Sánchez, el cual se llevó una tremenda bronca de Casimiro después de que el escolta cediera un rebote ofensivo a Vázquez. Mientras tanto, Berni recordó que los galones se tienen o no se tienen, estés sobre la pista o no. En un tiempo muerto pedido por Casimiro, Berni se marchó rápidamente en busca de Hakanson, que ayer debutaba. En un gesto de auténtico capitán, el base sueco recibió los consejos del que debe ser el espejo en el que mirarse.

En el último cuarto, con el Baloncesto Sevilla subido a la chepa del Unicaja, la labor de Alfonso Sánchez fue clave para el devenir del encuentro. Para lo bueno y para lo malo. El marbellí anotó un triple que puso a uno a los suyos, además de dos tiros libres que devolvieron las tablas al luminoso. Aunque el ansia por vencer le pudo, con unas últimas jugadas demasiado forzadas. Fue el final de un derbi más intenso que vistoso y que llenó la cabeza de recuerdos de más de uno en el Martín Carpena.

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