Brahim llega a Marbella, donde estará 10 días concentrado con la selección española sub 21, que juega dos partidos oficiales en el Lorenzo Cuevas ante Islas Feroe e Israel. El malagueño y Pedri son las cabezas visibles de una selección que debe defender en mayo el título conseguido en el Europeo en 2019, si antes no son reclutados para mayores exigencias.

Antes, el malagueño ayudó a que su equipo actual, el Milan, mantuviera la invencibilidad para seguir líder en el Calcio. Su equipo empató 2-2 ante el Hellas Verona, gracias a una exquisita asistencia suya, un centro desde la línea de fondo, que remató Ibrahimovic a la red con un cabezazo. El sueco había tenido un día negro, en el que había fallado un penalti, le habían anulado un gol y había estrellado un disparo en la madera. El caramelo desde la banda desde Brahim salvó un punto para el Milan, que marcha líder, con 17 puntos, por delante del Sassuolo (15) y el Nápoles (14).

La conexión entre el joven malagueño y el sueco, a los que separan 18 años, es buena dentro y fuera del campo.