Kárate

Damián Quintero: "Subir al podio olímpico en kárate es algo único"

  • "He dado todo lo que tenía. La verdad es que me da igual el color de la medalla. Me voy sonriendo", decía exultante el malagueño tras colgarse la plata olímpica

Quintero besa la medalla tras ser subcampeón olímpico.

Quintero besa la medalla tras ser subcampeón olímpico. / Efe

“Me prometí que vendría a unos Juegos Olímpicos a disfrutar y eso he hecho”, decía Damián Quintero con la pesada medalla de plata colgada al cuello en el histórico Nippon Budokan, un templo de las artas marciales que le coronó subcampeón olímpico. Se quedó a un punto del oro, pero el peso jerárquico Ryo Kiyuna fue por delante. “He dado todo lo que tenía. La verdad es que me da igual el color de la medalla. Me voy sonriendo porque subir al podio olímpico en kárate es algo único”, dijo muy emocionado el malagueño de 37 años, mientras hablaba con familiares repartidos por Málaga y Gijón.

Quintero afirmaba el kata ‘Suparinpei’ para “presionarle un poco” a su rival, ya que con estos movimientos le ganó en 2018. “La intención era sacar un kata mucho más técnico, de más sentimiento y cambiarle un poco la onda de lo que suele hacer él. Él es sota, caballo, rey en todos sus katas y yo en cambio me adapto mejor a varios estilos diferentes. En ese sentido, me siento más completo técnicamente y traté de cambiarle un poco el chip para no golpearle con lo mismo que me iba a golpear él”, aseguraba Quintero, desentrañando un tanto qué se busca en una competición más táctica de lo que pueda parecer, en la que se miran detalles de lo más mínimo.

El malagueño logró una plata que no podrá defender en París 2024 al estar excluido el karate del calendario olímpico para los próximos Juegos. “Era la única oportunidad de conseguir una medalla en unos Juegos y eso añadía un poco más de presión. Porque los aros son un sueño, pero también una presión. Siento rabia por no poder tener la oportunidad de defender mi resultado”, lamentaba el de Torremolinos.

Sobre su futuro más inmediato, Quintero explicó que se tomará unos días de vacaciones para “desconectar y cargar pilas” y que se pondrá otra vez a entrenar para preparar el Mundial de Dubái del próximo mes de noviembre donde asegura que “puede haber más nivel que en los propios Juegos”.

"Era la que me faltaba en la vitrina y buscaremos un buen sitio en casa para ponerla y disfrutarla todos los días. Es distinto a un Mundial o un Europeo. La presión, la cosa esa del estomago… Pero en el tatami, que es mi hábitat me he sentido muy bien", añade.

Junto a Sandra Sánchez, Damián Quintero será el abanderado de España en la ceremonia de clausura. "Va a ser espectacular, es un honor que Alejandro Blanco y el COE nos haya elegido para portar la bandera. Es un privilegio. Estaremos ahí para representar a nuestro país como siempre hemos hecho en el tatami", finalizaba el malagueño.

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