Enemigos íntimos

Guillermo Rubio Vergara y Rafael Martínez Aguilera no suenan a catalán. Pero ambos lo son, uno de Terrasa y otro de Santpedor, el pueblo de Pep Guardiiola. Allí nacieron, aunque tienen hondas raíces andaluzas que siguen cultivando. El ala-pívot del Unicaja y el escolta del Power Electronics Valencia se conocen desde que tenían 15 años y comenzaron a jugar en las categorías inferiores del Manresa. "Rafi -así le llama él- es mi mejor amigo", afirma Rubio. Pero durante unos días la amistad se meterá en formol, mientras dura la eliminatoria que hoy comienza en La Fonteta. La retomarán en breve. Ambos son hinchas del Betis y tienen el pacto de ir juntos al partido en el que el equipo verdiblanco pueda regresar a la Liga BBVA.

"Le conozco desde que teníamos 15 años, cuando empezamos a jugar en Manresa. Mi padre es de Alanís de la Sierra, un pueblo de Sevilla. Los de él son de otro pueblo cercano. Conectamos desde el principio. Es mi mejor amigo, siempre me he juntado con él. Tanto él como su familia me abrieron su casa cuando yo era un niño y me marché de Terrasa a Manresa", relata Rubio, que tiene en su íntimo amigo un espejo en el que mirarse. El año pasado le costó adaptarse en Valencia a la realidad de un equipo con mayores aspiraciones que el Manresa. Ahora está bien colocado en la órbita de la selección española y suena con fuerza su fichaje por el Regal Barcelona después de erigirse en el máximo anotador del Power Electronics (13,7 puntos). "Fue duro para él el año pasado. No jugaba demasiado, no encontraba su sitio, pero ahora ha dado un paso adelante y es uno de los mejores. Es que es muy bueno. Durante esta temporada he hablado mucho con él y sus consejos me han valido de mucho. Me decía que no perdiera la fe, que siguiera trabajando igual. En Manresa sabíamos que íbamos a jugar minutos hiciésemos lo que hiciésemos. En equipos de alto nivel es diferente, hay que demostrar en cada minuto que puedes aportar muchas cosas", resume Rubio, que en los pocos minutos que juega cumple su cometido con mayor acierto que al inicio. Si alguien conoce las debilidades de uno de los anotadores más peligrosos del equipo rival es él. Casi media vida a su lado da para disponer de información privilegiada.