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Finlandia-Australia en la Copa Davis de Málaga: Con A de Álex (2-0)

De Miñaur, con la Ensaladera al fondo.

De Miñaur, con la Ensaladera al fondo. / Efe

Australia se escribe con A de Álex. De Miñaur y Popyrin. Los dos nacieron en Sidney en 1999. 24 años más tarde llevaron a su país hasta la, nada menos, 49ª final de su historia. Ante un Carpena que volvió a ser una pequeña Helsinki, con más de 4.000 finlandeses en las gradas, los australianos siguen con ese gen ganador que les ha hecho ser leyenda de la competición. Ya consiguieron llegar a la final en 2022, donde sólo un Aliassime tremendo les cerró el camino. Cuentan con un doble letal que esta vez no tuvieron que usar porque los dos individuales tuvieron color verde y oro, green and gold, repiten orgullosos los jugadores y Lleyton Hewitt, el corazón de este equipo, el hilo conductor con el último campeón, 20 años atrás.Popyrin jugaba su tercer partido en Copa Davis, el primero de cierta relevancia. Lo hacía abriendo la eliminatoria ante Otto Virtanen, el héroe finlandés, que desde el puesto 177 del ranking mundial había ganado partidos sorprendentes en la fase anterior y en la primera jornada forzó el doble para tumbar a los campeones canadienses. Algo más nervioso, pero con más tenis (40 del mundo), Popyrin fue imponiéndose progresivamente en el duelo. Jugó con aplomo el tie break (8-6) para poner la directa después en el segundo set y liquidar un duelo por la vía rápida después de dos roturas (6-2) que le daban el primer punto a su equipos. Visiblemente emocionado se abrazaba a Hewitt.

Popyrin tiene 24, pero su carrera ha sido itinerante. Durante cinco años vivió en Marbella, a media hora del Carpena. “Viví en Alicante durante cinco años y, de hecho, viví en Marbella otros cinco años. Tengo muchos amigos aquí. La mayoría de mis mejores amigos son de esta zona, de Andalucía. Sí, para mí es básicamente un torneo en casa”, decía en la previa del evento el australiano, con familia con origen en el Este de Europa pero con una década en España, así que habla español casi perfecto.

También ha vivido mucho en la Península De Miñaur, hijo de uruguayo y española. Con cinco años empezó a jugar al tenis en Alicante. Con 12 volvió a Australia cuando los técnicos le vieron que podía ser una figura. Lleyon Hewitt le moldeó durante varios años, de ahí esos ramalazos similares a él en su juego. Enfrente tenía a Emil Ruusuvuori, el mejor tenista finlandés, ahora por debajo del Top 60 pero clave para que Finlandia estuviera en Málaga. Se había perdido la primera jornada porque llegó tocado. Lo dejó todo sobre la pista, pero no le dio. Tras un 2-0 inicial, De Miñaur ganó cinco juegos seguidos. Peleó el finés, pero no llegó para el 6-4 australiano. Y en la segunda manga, break rápido y gran superioridad de De Miñaur, que acabó con otro break (6-3) para llevar a Australia a otra final. Peligrosos, tapados porque el favorito será el ganador del Serbia-Italia, ahí está de nuevo el equipo australiano, el de los Álex.

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