El Unicaja volvió ayer al trabajo con mejores sensaciones tras la derrota en el Palau, en la que se volvió, al menos, a ver un equipo competitivo. Se trabaja en la pista y también en los despachos para reconstruir la plantilla en mitad de la temporada. Ayer se dio oficialidad a la llegada de Kenny Hayes, el cuarto escolta en la plantilla tras Jackson, Nedovic y el ahora lesionado Jamar Smith. Sin contar con que Nelson también puede jugar ahí.

El Unicaja ultima la desvinculación con Richard Hendrix, que no se entrena con el equipo, ayer tampoco, desde el pasado viernes. Tiene un acuerdo con el Maccabi de Tel Aviv hasta 2017, según se publicaba ayer en Israel. El equipo amarillo atraviesa la peor crisis de su historia y cree que el pívot le podrá ayudar a salir. Ayer a última hora se trabajaba aún en ello. Él no quiere seguir aquí y Plaza tampoco le quiere en el equipo. Viny Okouo, al que aún tampoco se ha hecho contrato, está trabajando ya como un miembro más del primer equipo.

Pero las salidas no se detienen en Hendrix. El siguiente puede ser Edwin Jackson. El Unicaja le ha comunicado a los agentes del jugador francés que si hay alguna opción de mercado para que el escolta salga se vería con buenos ojos desde el club. Y así lo ha contado el jugador a sus más íntimos. Es otro de los jugadores con los que Plaza no tiene buen feeling, aunque el técnico ha valorado en varias ocasiones su disposición para el trabajo. Discontinuo, ha tenido algún pico muy alto de rendimiento en partidos sueltos, pero no la regularidad que se le demanda. Markovic y Smith aún no entrenan con el grupo y los últimos partidos del francés no han sido malos. Pero ésa es la situación.

Para tapar la salida de Hendrix, el Unicaja sigue escrutando un mercado que no ofrece demasiados jugadores. Debe tener pasaporte europeo porque con Smith, Cooley y Hayes ya sobra uno cuando regrese el primero. Las dos opciones que han trascendido, Marko Todorovic y Dimitrios Mavroeidis, son bastante inaccesibles en estos momentos. El primero dejó al club con la miel en los labios en verano, pero el sueldo que cobra en el Khimki es inasumible y no parece, de momento, dispuesto a perder dinero aunque Kurtinaitis le tiene marginado. Y el AEK no tiene ninguna intención de desprenderse de Mavroeidis, que no tiene cláusula de rescisión. Así que, sin dejar de estar atento a estas dos opciones por si hay variaciones, el Unicaja rebusca en el mercado. El buen partido de Fran y Cooley en Barcelona fue una buena señal.