Mando en Plaza

Joan Plaza Durán (Barcelona, 1963) será el timonel del banquillo para las dos próximas temporadas. El secreto a voces desde hace un par de semanas, acuerdo pactado desde meses atrás, tuvo ayer al mediodía oficialidad. El técnico catalán aterriza hoy a primera hora en Málaga procedente de Barcelona y será presentado algo más tarde de las 12:00 horas. Previamente, 19 días después de que el Unicaja quedara eliminado de la Liga Endesa, comparece el presidente Eduardo García para hacer balance de la temporada, lejos de los objetivos planteados allá en octubre cuando empezó la campaña y existía ilusión con el entrenador y la plantilla confeccionada. La realidad golpeó duramente.

Plaza será el quinto entrenador de la era García (antes, Aíto, Chus Mateo, Casimiro y Repesa). Se le firma por dos temporadas, en un voto de confianza que no se le otorgó a los últimos predecesores. La labor esta temporada en el Zalgiris, club en el que existe bastante presión y del que ha sacado un sobresaliente rendimiento de una plantilla en difíciles circunstancias de impago y lesiones, ha sido un espaldarazo definitivo para que el Unicaja acometa su fichaje, sobre el que se ha dialogado durante meses. Plaza era un entrenador que llevaba varias temporadas rondando la mente de los responsables cajistas y ahora ha llegado el momento.

Plaza dilató los tiempos para despedirse de Kaunas con honores. Se le impuso incluso la Orden del Zalgiris, el máximo premio que concede la legendaria entidad lituana, tras sólo un año de trabajo. Plaza procede de una de las mejores escuelas del baloncesto español, de Badalona. Su historia no es la clásica de un jugador de más o menos élite que pasa a los banquillos. Él es un entrenador vocacional desde mucho tiempo atrás. Aún no ha cumplido los 50 años pero lleva tres décadas en los banquillos, desde que comenzara en el Betsaida, colegio de Sant Adrià de Besòs.

En la cantera de la Penya se desarrolla el grueso de su progresión como entrenador. Por sus manos pasan jugadores como Raúl López, Álex Mumbrú o Sergi Vidal, al que ahora tendrá a sus órdenes en Málaga muchos años después. El último hervor de Plaza fue ser ayudante de un buen ramillete de técnicos de postín. Manel Comas y Aíto García Reneses en el Joventut y Boza Maljkovic en el Real Madrid. Allí le llegó, de manera un tanto inopinada, la oportunidad de su vida. Suceder al técnico serbio sin haber dirigido como primer técnico en la élite. Apenas un periplo por el Tarragona en Liga EBA. Todo lo demás en categorías inferiores o acompañando a grandes monstruos.

En la siempre inestable sección de baloncesto del Real Madrid llega y besa el santo. En una temporada en la que el conjunto blanco no estaba en la Euroliga consigue ganar la Liga ACB (06/07) y la Eurocup. Un doblete que le da crédito para permanecer dos temporadas más en las que no puede aumentar los objetos en las vitrinas. Fue el tercer técnico en ganar la ACB en su debut y de entonces datan el último título continental del club y la última Liga de la sección de baloncesto en la Casa Blanca. Una eliminación en los cuartos de final de la ACB ante el Unicaja, octavo ese año, y un partido no rematado ante el Maccabi para ir a la Final Four fueron sus puntos oscuros en la capital española.

Tras el trienio en Madrid, otro en Sevilla. Consiguió hacer del Cajasol un equipo reconocible, le devolvió a la Copa y al play off, algo que en la capital andaluza se había olvidado prácticamente. Jugó una final de Eurocup en Treviso ante el Unics de Kazán, que perdió, tras derrotar en semifinales a la Benetton de Repesa, su antecesor en el banquillo del Unicaja. Puso contra las cuerdas al Madrid en unos cuartos de final de ACB y llegó a unas semifinales de Copa tras eliminar al equipo malagueño con autoridad.

Y ahora llegó este reto en Lituania, propiciado por los buenos contactos de su agente, Arturo Ortega, en el país báltico. Lo ha superado con creces, con los títulos en la Supercopa y la Liga de Lituania y un buen papel en la Euroliga y la VTB. Desde hace varios meses se lleva manejando el nombre de Joan Plaza en los mentideros de Los Guindos y las gestiones las ha llevado en primera persona el presidente, Eduardo García. Este periódico publicó ya en febrero que Joan Plaza era la alternativa que más gustaba para suceder a Repesa, entonces en la picota tras no meter al equipo en la Copa del Rey. Meses después se ha confirmado que era la opción preferida.

Funcionario de prisiones, ahora en excedencia, durante el grueso de su carrera en la Penya, profuso escritor, con una novela publicada, Las mantas de Angélica, y con otra en camino que ya dijo que será uno de sus objetivos este verano, además de confeccionar la plantilla del Unicaja en la próxima. Porque ahí Joan tendrá mando en Plaza. Perfilar su cuerpo técnico y decidir sobre Calloway y Williams, cuyas opciones expiran el 30 de junio, serán dos de sus primeras, pero muchas más tiene por delante.