Aparejada a la llegada de Javi Guerra está la salida de Francisco Javier Portillo rumbo al Real Betis. Están ligadas ambas operaciones por mor del fair play financiero. En Sevilla ya se espera la llegada del centrocampista paleño para que pase el pertinente reconocimiento médico previo a la firma de su contrato. Llegará a Sevilla cedido hasta el final de temporada -el club verdiblanco asumirá la parte proporcional de la ficha- y con una opción de compra obligatoria en caso de ascenso por la que se vincularía hasta 2018 y estimada en algo más de un millón de euros.

Portillo retrasó ayer su desplazamiento hasta la capital hispalense debido a los tradicionales flecos de última hora, pero tanto desde el Málaga como desde la entidad heliopolitana se aseguraba que la operación no corría peligro.

"Os puedo decir que en estos momentos está hecho. No creo que sea el reconocimiento esta tarde. Quedan flecos lógicos y salvables. Es una cesión con opción de compra. Es cuestión de horas", manifestaba ayer Vicente Casado. La intención de Pepe Mel es la de contar con el centrocampista para el encuentro ante el Sporting, de ahí la celeridad de los movimientos de las últimas horas. Es Portillo una apuesta personal del técnico madrileño, que ha dialogado en varias ocasiones con el jugador para convencerle de que tendrá un rol protagonista en el equipo y de que volverá a disfrutar del juego. Tras la frustrada partida de verano, esta vez parece que sí se producirá el definitivo adiós del jugador malaguista.