Se intuía por los acontecimientos del último año, pero ayer se constató que el tren de la Euroliga coge una velocidad de difícil alcance para el Unicaja en el futuro. Los 11 clubes con licencia A, de la que el club malagueño fue despojada el pasado verano, en la competición (Anadolu Efes Istanbul, CSKA Moscú, EA7 Emporio Armani Milán, FC Barcelona Lassa, Fenerbahce Istanbul, Laboral Kutxa Vitoria, Maccabi FOX Tel Aviv, Olympiacos, Panathinaikos, Real Madrid y Zalgiris Kaunas) se reunieron ayer en Barcelona y acordaron refundar la competición con un nuevo formato y con un escaso margen para la adición inmediata de nuevos equipos, ya que sólo habrá espacio para cinco más porque la competición se reducirá a 16 a partir ya de la próxima temporada 2016/17.

La Euroliga se apoya en la empresa IMG (International Management Group), radicada en Nueva York y con presencia en más de 30 países para expandir comercialmente la competición, desoyendo de esta manera la propuesta presentada la pasada semana por la FIBA de la Basketball Champions League. Si ésta programaba ocho clubes fijos (se caerían Milán, Baskonia y Zalgiris de los licenciados), la Euroliga decide seguir con sus fieles. Se presenta un proyecto, dice, a 10 años prorrogables en otros 10 con el respaldo de IMG.

A las 11 "franquicias permanentes" se añadiría cada año el campeón de la Eurocup, tres campeones de Liga (no se especifica cuáles) y el vencedor de una fase previa que jugarán ocho equipos, tampoco desvelados. Son aspectos que quedan por delimitar. Se abre un resquicio ahí para el Unicaja. Su antigüedad en la competición (15 temporadas consecutivas, con 10 seguidas entre los 16 mejores) puede valerle una invitación para esa fase previa de ocho conjuntos, también si es el mejor equipo de ACB sin licencia. Asimismo, el campeón de la Liga Endesa, en el caso de que sea uno de los no licenciados, también puede tener cabida en la competición. El sistema que se maneja para esos tres campeones de Liga es establecer rankings de importancia de cada competición nacional para ir cayendo y ahí la ACB tiene mucho peso, visto los resultados conseguidos en los últimos años, junto a Turquía y Rusia. Pero hay mercados, como Alemania y Francia, a los que se quiere mimar y que deben estar. Son las cuestiones que toca decidir de aquí a final de temporada. Los 16 equipos jugarán una liga regular de todos contra todos para dar paso a un play off al mejor de cinco partidos y a la Final Four. Se garantizan, de esta manera, 30 partidos mínimo. Según informaban ayer El Mundo Deportivo, el acuerdo, a 10 años vista, tiene un valor de 360 millones de euros. La FIBA garantizaba 30 millones anuales si se producía la pretendida reunificación.

La Eurocup, no obstante, también se hace más atractiva. Con la reducción de ocho equipos de la Euroliga y la propia de 32 a 24 se ganaría competitividad y se le daría valor a la competición. De los 24 equipos, 21 llegarían con acceso a través de las ligas domésticas (se supone que también entrarían los siete eliminados de la fase previa de la Euroliga) y tres más vendrían por invitaciones. Y se jugaría con un formato muy similar a la actual Euroliga. Cuatro grupos de seis equipos en los que los cuatro mejores pasarían a un Top 16 con dos grupos de ocho. Después, ahí sí se cambiaría, vendrían cuartos y semifinales en partidos a ida y vuelta teniendo en cuenta el tanteo y una final a partido único.

En caliente es un palo duro para el Unicaja que no dejaba de verse venir. El baremo para que el Baskonia mantuviera la tercera licencia, según los resultados de 2009 a 2015, en perjuicio del equipo malagueño fue definitivo para este nuevo escenario. No ayudaron la falta de un contrato televisivo propio y algunas temporadas con escasa asistencia de aficionados. Ya se sabe que a la hora de atraer jugadores de calidad es más tentador poder usar el caramelo de la Euroliga, pero la historia del Unicaja y, por qué no, la posibilidad hipotética de ganar la Eurocup si se mantiene el nivel competitivo está ahí.

Toca, pues, hacerlo lo mejor posible en la pista. La batalla de los despachos parece perdida, por ahora, por el Unicaja. Aunque, en este tinglado, falta ver la contrapropuesta de la FIBA, que quiere a toda costa recuperar el control de los clubes. Asegura que la ofensiva final está por venir.