Con Fran Vázquez intentando recuperar la confianza perdida y Carlos Suárez procurando asimilar qué es jugar de cuatro a tiempo completo, el Unicaja busca otros asideros en los que apoyarse en este inicio de competición. Va salvando partidos con mejor resultado que sensaciones, pero hay algunos porqués a esos triunfos. Un trío sostiene en este comienzo de temporada al Unicaja. Un base, un alero y un pívot. Stefan Markovic, Mindaugas Kuzminskas y Will Thomas. No es casualidad que sean tres de los cuatro jugadores más empleados por Joan Plaza. Ni que hayan salido como titulares en el 80% de los partidos. Podría añadírsele Richard Hendrix, pero necesita exhibir aún una solidez defensiva de la que ha carecido con regularidad.

Markovic ha cogido galones con la marcha de Granger. Es cierto que ya fue un jugador muy importante la pasada temporada. Jugó muchos minutos, algunos compartidos con el ahora jugador del Efes, pero ahora tiene más peso. Como suele ocurrir, sus números no son excelsos. 4.8 puntos, 5.1 asistencias, 2.2 rebotes y 1.1 recuperaciones son sus credenciales en cifras. Pero la sensación de confort y seguridad cuando el de Belgrado está en cancha es bastante evidente. Sólo en el cuarto final del partido ante el Baskonia se ha mostrado dubitativo. Es por ello que es el jugador más empleado por Plaza (23 minutos y 42 segundos por encuentro). Es uno de los tres capitanes, junto a Fran Vázquez y Carlos Suárez, del equipo. Y le toca arropar a su compatriota Nemanja Nedovic, aún en proceso de digestión del sistema de Plaza.

Will Thomas llegó con casi una decena de kilos menos de los que se presentó en su primera aparición por Málaga. Su trabajo veraniego le luce. Y el mayor conocimiento del sistema de Plaza le hace ser el segundo en el ranking de minutos (23:26) gracias a su polivalencia para jugar de cuatro y cinco. 9.5 puntos, 5.4 rebotes y 1.1 asistencias le hacen sumar 10.6 de valoración. Trasciende a los números la solidez que transmite, algo similar a lo que le ocurre a Markovic. Y eso que le ha faltado algo de tino en tiros en minutos calientes, que ha demostrado saber manejar.

Qué decir de Kuzminskas, que en los dos últimos partidos ha bajado algo el cósmico nivel con el que empezó la temporada y que le hizo ser en octubre uno de los jugadores más determinantes de Europa. Sus momentos de brillantez son un extra de calidad para desequilibrar. 13.2 puntos y 3.3 rebotes son sus cifras, algo mermadas tras los duelos ante Tenerife y Sassari. Es el cuarto jugador más usado por el entrenador (20:25). En algún partido seguramente mereció más minutaje. Pero en el esquema de Plaza entra darle su hueco a un Dani Díez que rinde muy acorde a las expectativas para su primer año en Málaga.

El trípode en el que se sostiene el Unicaja en este arranque (7-2 de balance, 8-3 si se cuenta la Supercopa) está formado por un serbio, un lituano y un americano de Baltimore. No es un chiste.