La Rosaleda y Schuster: nuevo capítulo del divorcio
málaga cf | valladolid
Al final del partido casi todo el estadio estalla contra el técnico al grito de "¡Vete ya!" y éste responde con gestos "El público está nervioso, le entiendo", dice de los cánticos
Ayer se vivió un nuevo capítulo del divorcio existente entre Bernd Schuster y gran parte de la afición del Málaga. El técnico alemán está lejos de tener el respaldo total del malaguismo, como se pudo comprobar en los instantes finales del encuentro ante el Valladolid. Casi toda la hinchada blanquiazul descargó su enfado sobre el entrenador poco antes del minuto 90 y tras el pitido final de Undiano Mallenco con sonoros gritos de "¡Schuster, vete ya!". El germano, no obstante, esta vez dio réplica al cántico e hizo algunos gestos de desaprobación que enervaron todavía más a unos aficionados que ya temen otro infartante desenlace de temporada.
Los gritos de "¡Schuster, vete ya!" partieron desde la peña Frente Bokerón y al momento se unió buena parte del estadio. Schuster reaccionó gesticulando con la mano, tanto en el banquillo como fuera de él. La grada no se lo tomó nada bien. La Rosaleda fue un clamor cuando el árbitro dictaminó la conclusión. Martiricos casi en pleno dedicó pitos al equipo y el entrenador y desfiló hacia la salida pidiendo la cabeza de Schuster.
Fue el 25 de noviembre, con motivo de la visita del Athletic, cuando La Rosaleda estalló por primera vez contra Schuster. Repitió el cántico un par de semanas después ante Osasuna, en Copa del Rey. Hasta ayer la afición no se había manifestado contra el técnico de forma tan evidente y atronadora.
En rueda de prensa Schuster intentó pasar de puntillas sobre sus gestos tras los gritos. "No sé a qué gestos te refieres porque hay muchos gestos durante el partido. No lo recuerdo", dijo el germano, al que le insistieron. "Estamos hablando de un partido y más cosas. Hemos hecho más cosas en la segunda mitad", se limitó a decir.
En cuanto a los gritos de "¡Vete ya!", Schuster quiso quitar importancia. "Es desagradable lo que ha pasado al final, a nadie le gusta, pero no es la primera vez. Ya se han repetido. El público está nervioso y yo les entiendo. Yo estoy igual de decepcionado que ellos por lo que he visto hoy. Esto es una circunstancia de un partido, lo hemos vivido la gente del fútbol que sabemos vivir con ello. Queremos que el equipo avance y aprenda. Son momentos del partido", comentó.
Schuster dijo no tener motivos para estar decepcionado consigo mismo al inquirirle por su visión de lo visto ayer en La Rosaleda. "Empieza el partido, sale todo lo planeado, tiramos varias veces a portería, conseguimos el primer gol con lo importante que era marcar el primero y luego nos hemos equivocado. El equipo, en su actitud de después del 1-0, en vez de coger aire con este público sabiendo el rival, no ha buscado el segundo gol, ni el dominio, ni la tranquilidad, ni la seguridad que nos puede dar este resultado ... Y le dimos el partido al rival. Fue inesperado, es difícil saber qué es lo que ha pasado. Hemos desaprovechado una gran ocasión y más por cómo hemos empezado el partido", destacó Schuster.
En cualquier caso, el entrenador del Málaga dio por bueno el punto ante el Valladolid. "Sirve el punto, por supuesto, siempre sirve en esta situación. Nos hubiera gustado ganar los tres, los tuvimos ahí, pero al final si no se puede ganar… Los puntos al final siempre valen", señaló.
Schuster explicó el cambio de Tissone, otro de los señalados por la grada, por Pablo Pérez: "Con ese cambio buscamos ir a por el partido. Pablo Pérez es más ofensivo y tiene más llegada desde la segunda línea. Después del primer gol hasta el descanso estuvimos muy espesos, queríamos dar otro aire y buscábamos la victoria. La idea era ésta", dijo. A Schuster le hicieron más preguntas en este sentido, pero respondió que no podía explicarlo en público: "Esas cosas para dentro, con el equipo. Hay explicaciones y tenemos que hablar entre nosotros y a ver si se puede arreglar. Es algo psicológico".
No hay comentarios