Sandro Ramírez y su calvario desde que abandonó el Málaga

Cuando Sandro Ramírez llegó a la Costa del Sol como un prometedor futbolista de la cantera del FC Barcelona, nada hacía presagiar el vuelco que acabaría dando su carrera. Fichó por el Málaga, a coste cero, en el verano de 2016. En Can Barça fue la gran revelación de la temporada junto a Munir, marcando siete goles (uno en Champions, dos en LaLiga y cuatro en Copa).

Su papel en los esquemas de Juande Ramos era propio de una estrella, todos le buscaban. Con la casaca blanquiazul se destapó como un jugador polivante. Combinaba con los compañeros, tenía velocidad y, sobre todo, un gran golpeo. Jugó 31 partidos en los que marcó 16 tantos y repartió cinco asistencias, estableciendo así las mejores cifras de su carrera y metiéndose a la afición en el bolsillo.

A pesar de que el Málaga le ofreció una mejora de contrato y un proyecto en torno a su figura, el canario decidió cambiar de aires. Hizo las maletas rumbo a Liverpool, para defender la camiseta del Everton, donde se empezaron a torcer las cosas. Aunque empezó teniendo minutos, su presencia en las alineaciones se fue diluyendo. Sus registros fueron paupérrimos, dio dos asistencias y anotó un solo gol, el día 23 noviembre 2017. El conjunto inglés acabó vapuleado por el Atalanta (1-5) en Europa League y Sandro vio puerta por última vez hasta la fecha.

Esta mala temporada le llevó a salir cedido, cosas de la vida, de nuevo en un equipo andaluz. Aterrizó en Sevilla como refuerzo invernal y en Nervión repartió tres asistencias en 18 encuentros. Estas cifras le llevaron salir de nuevo cedido en la campaña siguiente (2018/19). Vistiendo de nuevo colores blancos y azules, pero esta vez con la camiseta txuri urdin. En la Real Sociedad tuvo más minutos, llegando a disputar un total de 26 partidos. Sin embargo, se fue de Anoeta como llegó, sin haber marcado ningún gol ni dado ninguna asistencia.

De nuevo descartado por el combinado británico tras dos cesiones, parece que Sandro ha visto la luz al final del túnel. Hace unos días se oficializó su cesión el Real Valladolid de Ronaldo. En su presentación con el equipo pucelano se mostraba esperanzado con que esta sí fuera la buena: "Es fútbol y cuando eres delantero y no marcas goles, todo es malo. Los delanteros tenemos rachas buenas y malas. Sé que estoy en la mala, pero estoy seguro de que le voy a dar la vuelta. Sé lo que tengo dentro y con trabajo y humildad cambiaré la racha".