De haber debutado, Miki Servera se hubiera convertido, a sus 17 años, en el jugador más joven de la historia del Unicaja en lucir la camiseta en un partido oficial. Aíto prefirió dejarlo para una nueva ocasión. No postergó, sin embargo, la puesta de largo de Augusto Lima. Y seguro que no se arrepintió, porque el brasileño despachó una actuación intachable, inusual en un joven de 18 años en su primer partido ACB. No todos pueden decir que en su estreno en la élite firmaron 11 puntos y cinco rebotes para 17 de valoración en apenas 14 minutos de juego. Esas fueron las cifras del prometedor ala-pívot suramericano.