Valters y Sito no se quieren

"Estuve seis meses con él y lo único que pido a los jugadores es trabajo, seriedad y disciplina", dice el técnico sobre el letón, que le dedicó algún comentario al final

N. Rodrigo

16 de octubre 2011 - 05:02

Tenía el partido de ayer subrayado en rojo Kristaps Valters. El motivo: Sito Alonso. El ahora técnico del Lagun Aro fue el entrenador del letón en el Joventut y la relación del base con el entrenador y el club badalonés no terminó demasiado bien. Algunos tweets dedicó el letón a la Penya y su ex entrenador antes de que el Unicaja le diera un toque de atención cuando le fichó este verano.

Su partido fue in crescendo. Completó una mala primera mitad (llevaba -1), pero en la segunda Chus Mateo le mantuvo en pista desde que saltó del banquillo, en el cuarto minuto de la reanudación, y pudo firmar su venganza en un gran último cuarto. 11 puntos, incluidos dos triples, en el momento de la verdad para amarrar un triunfo que a Valters le supo a gloria. Y que, de paso, sirvió para callar a algún comentarista de televisión que le estaba crucificando.

Pero la cosa no quedó ahí. El jugador del Unicaja le dedicó algún comentario a Alonso al finalizar el encuentro y éste, muy molesto, se lo hizo saber a Chus Mateo camino de vestuarios. Las cámaras de TVE captaron a ambos entrenadores en una elocuente discusión antes de abandonar la pista.

Minutos después, en la sala de prensa del San Sebastián Arena de 2016, Sito Alonso decía esto sobre Kristaps Valters y su diálogo con Mateo: "He entrenado en muchos sitios desde hace muchos años y me parece bien que un jugador tenga una reacción, aunque en este caso sea de mala educación. Es porque yo le he pedido trabajo, nunca le he faltado el respeto a nadie. Estuve seis meses con él y yo lo único que pido a los jugadores es trabajo, seriedad y disciplina. Si eso le molesta, no pasa nada. Es solamente por eso, por pedirle trabajo, trabajo y trabajo. Chus Mateo no entendía lo que pasaba, se lo he explicado para que él tenga la fortuna de que no le pase".

El desencuentro tuvo, de todas formas, un final feliz. Y es que Valters se pasó después por el vestuario local para pedir disculpas.

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