Willy, la cara de la zaga más segura de la Liga

Tras su partido oficial número 100 con la camiseta del Málaga, en el que acabó luciendo el brazalete de capitán tras marcharse Duda, Willy Caballero recibía felicitaciones y hacía memoria. Escogía el encuentro de su debut en Villarreal como el mejor: "Fue el que abrió el camino". Y rememoraba una estirada en la que sacó de manera inverosímil una mano en un libre directo a Emanuelson en San Siro como la mejor parada en esos 100 encuentros.

Willy vuelve a ser el SuperWilly de siempre en Málaga tras un titubeo en el inicio de temporada que quizá costó algún punto ante Valencia y ante el Barcelona. En el balance histórico de esos 100 partidos le queda aún mucho crédito positivo en cuanto a puntos salvados. Convertido en uno de los capitanes, recién renovado hasta 2017 y con mucho peso específico en el vestuario y en el club, Caballero es la cabeza visible de una zaga que está sorprendiendo por su solidez. Aunque sería más justo elogiar el compromiso de todo el equipo a la hora de colaborar defensivamente.

El Málaga es, con cuatro tantos y habiendo pasado ya por el tamiz del Barcelona, el equipo menos goleado de la competición tras el tanto de Jonas en Los Cármenes ayer. 0.6 tantos de media encajados por el argentino. Ya el año pasado Willy fue durante un gran tramo de la temporada el Zamora de la categoría, pero el descenso de rendimiento del equipo al final acabó dejándolo en manos de Courtois. La zaga conformada por Gámez, Sergio Sánchez, Angeleri y Antunes, con Weligton en la enfermería por alguna semana más, muestra mecanismos excelentes. Véanse las siete veces en las que dejó en fuera de juego al Almería, con Sánchez tirando la línea con bastante criterio. Las coberturas son constantes y la compenetración entre el catalán y el argentino es notable para sólo haber jugado un ramillete de encuentros. Angeleri está haciendo olvidar a Weligton. Y eso son palabras mayores. El momento de forma de Jesús Gámez es extraordinario, hace daño arriba y seca la banda. Suso y Aleix Vidal, los jugadores más bulliciosos del Almería, fueron borrados por el de Fuengirola y Antunes, que ha subido el nivel en los tres últimos encuentros.

Si un equipo se construye por los cimientos, los del Málaga amenazan con ser muy sólidos. Caballero es el guardameta menos goleado de la categoría y sin que haya hecho falta recurrir a sus milagros cotidianos. Es la mejor señal de que un equipo crece. Son sólo seis partidos, pero es un atisbo sintomático para lo que se viene en un bloque con mucho jugador nuevo. Schuster sonríe desde el banquillo.