Unicaja-Laboral Kutxa

Un año en 40 minutos

  • El Unicaja se juega mucho en el tercer partido de la serie de cuartos, que decidirá quién pasa a semifinales. Tras la superioridad del primer partido, de Vitoria vinieron más dudas.

Ocho meses de trabajo de una, por momentos, sobresaliente temporada tuvieron como esencial fruto material para el Unicaja que el partido de esta noche se juegue en Málaga y no en otro punto de España. Y poner el candado al Carpena vale las semifinales de la ACB, que significaría tantas cosas. La próxima Euroliga garantizada en altísimo porcentaje, cerrar la temporada como uno de los cuatro mejores del país, consolidar esa vuelta a la superélite labrada en la era Plaza. La derrota, en cambio, podría suponer un páramo y consecuencias insondables. No es derrotismo ni alarmismo barato. Es la realidad de un partido que se alza como el que vertebrará lo que se cuente en un futuro de la temporada 2014/15, la fina línea que separa la decepción del éxito. Y eso dependerá de los 40 minutos de esta noche en el Carpena.

Si el Unicaja se llevó en la maleta a tierras vascas sensación de superioridad regresó con dudas. Queda el poso de que el cuadro malagueño es más equipo, tiene más consistencias. Pero en el Buesa Arena se diluyó demasiado. No le perdió la cara al partido, como sí lo hizo el Baskonia en el estreno de la serie en Málaga, pero sí estuvo lejos, demasiado, de su tope. La enseñanza que queda de la temporada y de estos dos primeros partidos es que el mejor Unicaja es mejor que el mejor Laboral Kutxa. Pero se trata de demostrarlo aquí y ahora, esta noche a partir de las 21:00 horas.

Se espera un Carpena de mejor aspecto que el primer día aunque con la misma electricidad. Las entradas a la venta deberían volar, pero parece que se ha llegado a un tope cuando no viene el Real Madrid. Se habían vendido, además de los abonos, unas 400 más a última hora de la noche de ayer. Se piden al menos 10.000, aunque los 8.250 del pasado jueves dan un suelo muy alto de ánimo.

Toca caldear, pero la decisión está en el parqué. El Unicaja ha fustigado con el rebote de ataque, como suele, pero traquetea con un poco aceptable 25% en triples. Es poco premio tras la línea. Toolson dibuja una línea descendente, pero no se puede centrar en él la falta de éxito. En un equipo que depende tanto del colectivo, de ese equilibrio tan metódico que propone Joan Plaza para su equipo, del jugador número 1 al 12 aportan. Se prevé el regreso de Jon Stefansson a la convocatoria tras haberse ejercitado ayer, pero no debe ser el islandés quien dé el mayor paso adelante. Es una cuestión colectiva.

El Unicaja mira a los números. Venció cada uno de sus 15 primeros partidos de Liga Endesa en casa, cediendo solo los dos últimos frente a CAI Zaragoza y Barcelona. Sumado al triunfo en el primer duelo de cuartos, el balance cajista esta temporada en el Martín Carpena es de un 16-2 que puede intimidar al Laboral Kutxa Baskonia que, contando el play off, de 18 partidos como visitante ha perdido 14 y ganado solo cuatro.

Es un partido para no perdérselo, de los que hacen afición. Si alguien no ha asistido nunca a un partido de baloncesto posiblemente quedaría cautivado por el deporte. Pero resulta que en Málaga hay tradición suficiente para que hoy no haya ningún novato en las gradas. Todos son bienvenidos. El Unicaja se juega en minutos un trabajo realizado con bastante eficiencia. Ello le permitió jugar este partido ante su gente. Tiene la tranquilidad de que si juega a su mejor nivel ganará.

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