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Sin un buen plan de ataque

  • El Málaga tiene una plantilla equilibrada y quizá lo ideal es hacer las rotaciones de manera gradual El equipo no pudo llevar el ritmo del partido y vivió a merced de un Eibar que ganó disputas y rechazos

UNA vez más, el Málaga mostró su cara habitual como visitante. Con algo más de actitud pero también carente del espíritu y capacidad competitiva, cuestiones que hacen falta para ganar partidos. El equipo salió con muchas rotaciones, sobre todo en la línea de medios, donde Tissone, Juanpi y Javi Guerra (éste en punta) entraban en el equipo. Llamó la atención tantas modificaciones a la vez. El Málaga tiene una plantilla bastante equilibrada, esto te permite hacer una serie de rotaciones y, quizás, lo ideal es hacerlas de manera gradual, ya que no puedes meter a muchos jugadores sin ritmo en un partido de alta intensidad.

El cambio principal en la manera de jugar estuvo en el planteamiento. El equipo no pudo en un principio llevar el ritmo del partido y vivió a merced de un Eibar que ganó la mayoría de disputas y rechazos. El Málaga jugó de modo muy directo y en las zonas de caída del balón jugadores como Juanpi, Horta o Juanmi no se encontraban cómodos ni efectivos. Sin embargo, me gustó Recio, lo vi muy liberado de su posición y de tensión, llegó a zona de campo contrario y recordó el buen nivel que demostró en el Granada. En cuanto a Kameni, ya no sorprende, puesto que en todos los partidos reconocemos el buen nivel que tiene.

Otra de las caras nuevas fue la de Tissone. Se trata de un jugador que depende mucho de su físico por el tipo de juego que realiza, con lo cual el partido de Ipurúa le exigió mucha disputa. Necesita más minutos de juego para conseguir su nivel, ya que por ejemplo el miércoles no se notaba muy cómodo en la construcción.

El peligro del Eibar venía precedido casi siempre de una pérdida del Málaga. Al equipo malagueño le costó un mundo recuperar posiciones y mantener una buena vigilancia defensiva.

Tras un primer tiempo sin ocasiones y con un nivel competitivo rozando el suspenso, esperaba una reacción de Gracia, que tuvo que esperar al gol para tomar decisiones. Ahí estuvo el cambio con la entrada de Amrabat y Samu, pero principalmente con el despliegue de laterales y los metros que adelantó el equipo, pisó mucho área y trató de lograr el empate principalmente con disparos desde fuera. No obstante, la reacción fue tardía y llegó la decepción de volver a ver la cara amarga en los partidos que el equipo juega fuera de La Rosaleda, independientemente del rival al que se enfrente.

El tanto del Eibar cayó de nuevo a balón parado, sangría esta temporada. Alude Javi Gracia a la falta de centímetros en su equipo. Realmente son importantes cuando hay una clara descompensación. Normalmente, intervienen antes la interpretación, ejecución o anticipación. Noté más la falta de centímetros en tanta disputa en el centro del campo, donde el Málaga perdió muchas batallas.

En Ipurúa pudimos ver una versión de Juanmi desconocida, tirado a la izquierda y con muy poca movilidad no tuvo capacidad de mostrar ninguna de sus virtudes. Mejoró algo cuando el equipo pasó a tener dos delanteros. En cualquier caso, no existe el sistema de juego perfecto, el Málaga jugó con dos delanteros ante el Barcelona aunque a 50 metros de la portería rival, por ejemplo. Tengo claro que la mejora del miércoles no se debió exclusivamente al cambio de sistema, sino a la entrada de algunos jugadores al campo. En ese sentido, también es importante que si juegas con dos atacantes, lleves balones al área, algo que evidenció que el Málaga no siguió un buen plan de ataque.

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