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Un derbi capital

  • El Málaga recibe al Sevilla en La Rosaleda con la necesidad de sumar y de romper una sequía goleadora preocupante Los de Emery buscan Europa El Hamdaoui y Amrabat, citados

Hacia tiempo que no se vivía un Málaga-Sevilla tan trascendental. Pese a la prontitud del derbi, la importancia del choque para ambos equipos es evidente con solo mirar la clasificación. El equipo de Unai Emery camina haciendo la goma con los puestos europeos, que se alejan ya a cinco puntos. Todo lo contrario que Schuster, que nota la presión del descenso a menos de un partido de distancia. Cada uno en su guerra, necesitan sumar una victoria que aparque las respectivas dinámicas negativas que les acompañan.

La bombona de oxígeno que se pone hoy en juego vale mucho más que tres puntos. La tranquilidad extra que aporta al entorno derrotar a tu gran rival, te confiere varias semanas de margen para seguir peleando por cada uno de los objetivos en medio de una pequeña balsa de aceite.

Para los locales, que contarán con La Rosaleda en su máxima efervescencia, romper la racha de cuatro partidos sin marcar es algo casi prioritario (444 minutos sin ver portería). Tanto como empezar a sumar de tres en tres en este 2014. Una debería ser causante de la otra visto el trabajo defensivo de los malaguistas en estos últimos meses. Aun así, los de Schuster deben minimizar sus errores a balón parado. Sobre todo ante un Sevilla que aprovecha muy bien las acciones de estrategia. La pizarra de Emery ya ha dejado muchos puntos en su casillero, y los de Schuster han regalado varios a costa de despistes en este tipo de jugadas. Weligton sigue fuera, por lo que Sergio Sánchez y Flavio volverán a conformar pareja de centrales salvo sorpresa de última hora con Angeleri.

Enfrente, Bacca será la principal amenaza ofensiva de los hispalenses. El entrenador sevillista no suele apostar por jugar con dos puntas cuando se mueve lejos de Nervión, aunque Gameiro (autor de los dos tantos en la primera vuelta) será otro hombre al que tener en cuenta, desde el inicio o como recambio en la segunda mitad. No están Navas ni Negredo, pero hay velocidad y remate suficiente como para hacer daño.

Cuando el campo se vuelque hacia el área sevillista se verá si realmente este Málaga da un paso al frente o no. Las posiciones que ocupan los refuerzos que ha pescado Husillos en este mercado invernal hablan claro de cual era la prioridad y la gran necesidad por Martiricos: el último pase y el gol.

Amrabat es el que ha llegado más en forma y podría tener opciones incluso de partir en el once inicial. Schuster sabe de la importancia del choque y no va a escatimar en armas. Sin Santa Cruz, fuera de combate por lesión, y con Rescaldani recién aterrizado, El Hamdaoui vuelve a la primera línea con chance de ser titular. El delantero de origen marroquí podría volver a tener minutos desde aquel desastroso Málaga-Celta, allá por finales de octubre del pasado año. A partir de ahí, el doble pivote Camacho-Tissone parece innegociable y Pablo Pérez ha sacado de la rotación a Portillo para ocupar la mediapunta. Una de las bandas queda abierta para que el alemán decide cómo de ofensivo quiere salir y de qué forma quiere intentar dañar a su rival.

Juegue quien juegue, parece evidente que todos saben muy bien la importancia de este partido. Desde lo emocional hasta lo puramente resultadista. Porque todo suma en situaciones complicadas, y una derrota ante el máximo rival dejaría muy tocado al Málaga, que podría terminar la jornada en puestos de descenso si los resultados vienen mal dados.

Un derbi de alto de riesgo, con mucho voltaje y de una necesidad imperiosa. Ganar es casi una obligación para ambos. Capital. El empate no le sirve a ninguno. Será un envite miedoso y a cara de perro. El Málaga-Sevilla de siempre, pero a las puertas de la UCI.

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