Un empate en Milán supone el pase a octavos

Tras eliminar al Panathinaikos y cerrar la clasificación para la fase de grupos, Pellegrini afirmó en conferencia de prensa que su objetivo era pasar a la siguiente ronda. El sorteo alimentó las esperanzas de esta osada afirmación, con un grande venido a menos como el Milan y el millonario Zenit como máximos rivales. Aún con todo, nadie esperaba la actual situación. El equipo revelación puede completar su clasificación matemática, incluso como primero de grupo, en San Siro.

La cábala es clara: una victoria en Milan dejaría al equipo con 12 puntos, ocho por encima de los rossoneri a falta de seis por jugar. Inalcanzables para el conjunto de Allegri. Cualquiera que fuera el resultado en el otro partido del grupo, entre Zenit y Anderlecht, inhabilitaría a más de un equipo a alcanzar esa cifra.

Si el resultado del Anderlecht-Zenit fuera empate, los de San Petersburgo también estarían a ocho puntos de distancia del Málaga, confirmando la clasificación como primero de grupo. Si el resultado para los rusos fuera una derrota, la conclusión sería la misma. Si se diera el último caso posible y el Zenit venciera en Bruselas al Anderlecht, el Málaga estaría clasificado pero no como primero de grupo. Para ello, el Zenit debería vencer los partidos restantes y golear al equipo blanquiazul por un resultado de 4-0 o mayor diferencia. El empate ante el Milan también valdría para garantizar la clasificación. El Málaga tiene en sus botas superar con matrícula de honor una nueva fase de la Liga de Campeones.