La estirpe nadadora no cesa
NATACIÓN
La malagueña Nina Medina, de 13 años, ganó tres medallas en Sabadell el pasado fin de semana
La joven es hija de Nina Zhivanevskaya y de su ex entrenador, Francisco Medina
Tiene 13 años y es una de las nadadoras malagueñas que dejaron huella el pasado fin de semana en el VI Campeonato Alevín de Sabadell. Nina Medina consiguió llevarse de la ciudad catalana dos bronces y una plata.
La joven es hija de la nadadora Nina Zhivanevskaya. De origen ruso, la deportista obtuvo la nacionalidad española y desde hace 20 años reside en Málaga. Ganó el bronce en Barcelona 92 con el Equipo Unificado, o también en Sídney 2000 con España, entre otros campeonatos. Y fundó también el Club de Natación de Torremolinos junto a su ex-entrenador y actual cónyuge, Francisco Medina.
"Nina comienza cuando su madre y yo acabamos Atenas 2004. Tras aquellos Juegos Olímpicos, Nina y yo decidimos poner en marcha un proyecto familiar", relata Medina. "Entonces dijimos: '¡A por el bebé!' La verdad es que fue un acierto, ¿no? Porque, nada más finalizar Atenas 2004, nueve meses después, ya la tuvimos", comenta el padre de la nadadora, entre risas.
"Las tres medallas de la pequeña en Sabadell el pasado fin de semana suponen una mejora en todos los aspectos", relata Medina, que, no obstante, asegura que le queda "la espinita clavada como entrenador, sufridor y como padre". Esto es porque, según él, "no es normal que en los 800 libres el bronce y el oro se repartan con una diferencia de 1,3 segundos". Esa prueba la ganó Martina Gómez, con 9:26.23, seguida de Elena Margüello, con 9:26.35 y de Nina, con 9:27.56.
Medina explica que, entonces, el problema está en que la pequeña se pone nerviosa en estas situaciones: "Si tú haces una buena marca en los 800 libres, en los 400, que suponen una menor distancia, no puedes fallar". De todos modos, el padre de Nina se muestra comprensivo ante ello: "Es aún muy pequeña y por eso no puede equilibrar bien todos estos elementos. La verdad es que iba muy bien. En el campeonato andaluz, por ejemplo, sin entrenar, ganó con 5:13 y este, si no llega a ser por los nervios, lo habría ganado igual".
A pesar de estos errores, Medina no subestima la evolución de Nina: "Ha llegado al podio tres veces, y todo ello en pruebas muy complicadas. Y ella, por su parte, está muy contenta, aun habiendo tenido estos fallos".
Durante los 400 libres, prueba en la que Nina quedó segunda -por detrás de Martina Gómez-, su padre cuenta que se le pusieron los vellos "de punta" cuando el público se levantó para aplaudir al finalizar la malagueña. Y deja claro que ella "nada en todo" y que, además, "tiene mucha táctica y realiza un entrenamiento regular".
Sobre este aspecto, Medina explica que el programa de entrenamiento de Nina es "muy específico". "Es un programa de cara al futuro. Queremos que sea una nadadora para el futuro y no para tres años", comenta. "Esta misma técnica se la hicimos a nadadoras que pasaron por el Torremolinos, como Paula Ruiz, que actualmente es campeona". Medina añade en este punto que no cree "que Nina se vaya a ir del club, como han hecho otras chicas".
El padre de Nina habla también sobre lo que a la joven le puede suponer ser hija de una campeona olímpica y del ex-entrenador de la misma: "Ella tiene colgado lo de su madre y lo lleva bien, dentro de lo que cabe. Pero no es fácil. Aunque en la familia la protegemos, cuando está fuera de este círculo, le dejan caer que parte de este mérito puede deberse a nosotros".
Sus padres, en cualquier caso, tienen claro lo que quieren para la pequeña: "Deseamos que ella sea feliz, que nade y que se ría". Nina, además, compagina muy bien la natación con los estudios, como explica Francisco: "Estudia en un colegio privado y saca de medias notables y sobresalientes en todo. Y eso es muy importante. El mundo no es solo el deporte y, si no ha hecho los deberes, luego no le queda nada". Y, como toda persona, además de las obligaciones, Nina tiene varias aficiones con las que le gusta pasar el rato, además de la natación: "Le encanta la música y ver la televisión, en especial las series de intriga. Eso, estudiar, la natación y dormir".
Lo cierto es que Nina podrá disfrutar ahora de estos gustos, ya que estos meses toca hacer un pequeño parón: "Ahora está de vacaciones. Es su premio. A su madre y a mí nos gusta bucear y nos la llevamos al mar Rojo, cuyas aguas son más bonitas que las que ella surca a menudo". Francisco concluye con los objetivos previstos para los próximos meses: "El año que viene competirá con la selección andaluza, por ejemplo, donde están los nadadores punteros. Pero todo eso se llevará despacito".
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