A pesar de que ve bien al equipo conducido por Diego Maradona, el manager de Argentina. Carlos Bilardo, señaló que ganar a Alemania no será fácil. "La veo bien a Argentina. Pero por supuesto que Alemania no va a ser fácil porque también tiene a dos goleadores como Klose y Podolski, así como antes tenían a Klinsmann y Völler. Pasaron a Inglaterra. Ellos siempre están", dijo el ex técnico de la albiceleste, campeón del Mundo en México 86 y subcampeón en Italia 90, a Clarín.

"Son ordenados. Hay que darles un palo en la cabeza para ganarles", indicó Bilardo, quien prefirió no opinar sobre cuestiones tácticas del equipo de Maradona, mientras la prensa argentina se debate si debe mantener los tres delanteros que utilizó en los primeros cuatro partidos o si debe repetir el 4-4-2 con el que venció a Alemania, en el amistoso del 3 de marzo, en Múnich.

"No, en ese tema no me meto. Diego sabe muy bien qué conviene, qué piensa y qué quiere para ese partido. Dos técnicos juntos no pueden convivir. ¿Cómo te ponés de acuerdo cuando pensás diferente? El entrenador es uno solo. Por eso lo aclaré de entrada: Maradona es el técnico. Yo con el armado del equipo no tengo nada que ver", afirmó. En la entrevista, Bilardo habló sobre su particular personalidad. "Yo soy raro. No festejo ni los cumpleaños. No sé cuándo nació mi hija, no sé cuándo nació mi señora. Mirá, cuando me recibí de médico, no le dije a nadie, ni a mi familia. Fui a buscar el título solito. De ahí me iba a entrenar a San Lorenzo, me iba a los tiros (apurado)".

El mánager contó que tras salir campeón del Mundo en México 86, tras vencer 3-2 a Alemania en la final, volvió al hotel y se encerró en la habitación porque "no soportaba" que el rival le hubiera convertido a Argentina dos goles de córner, siendo que para él la estrategia y las jugadas de pelota son su obsesión. Para Bilardo, la actual selección conducida por Maradona tiene "muchas cosas del 86", en referencia al equipo argentino que ganó una Copa del Mundo. "Estos muchachos también padecieron mucho. Las eliminatorias fueron durísimas. A Diego lo veo enchufado y metiéndoles una inyección anímica terrible", puntualizó.