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Del funeral a la fiesta (85-68)

  • El Unicaja sortea una situación complicada en su debut liguero, sin Freeland, y remonta nueve puntos de desventaja en el tercer cuarto para acabar arrasando al Gran Canaria en el último periodo (28-9)

El marcador que presidió el Carpena resulta engañoso, el Unicaja sólo fue netamente superior durante un cuarto y potencia las interrogantes en ciertos aspectos para el futuro. Pero el equipo de Chus Mateo venció en su debut en la Liga Endesa a un rival que ha sido directo en las últimas temporadas (85-68), el Gran Canaria 2014, que aterrizaba con el punto extra de rodaje de haber disputado ya dos partidos oficiales en la previa de la Eurocup. Y sin el, por varios cuerpos de ventaja, mejor jugador de la plantilla, Joel Freeland, convaleciente de una molesta lumbalgia. Y con el referente en la anotación exterior, Gerald Fitch, desdibujado, en su línea de la pretemporada.

En esa incertidumbre vive el aficionado del Unicaja, a la espera de que la competición vaya aclarando el potencial real de esta plantilla. Elegidos al azar tramos distintos del partido se observan versiones opuestas, motivos para temer, razones para soñar. Si la bipolaridad no acaba antes con este equipo hay una base interesante, hay especialistas concretos para labores específicas, hay un espíritu combativo. El temor es que la calidad no llegue ante rivales de mayor enjundia cuando se recrudezcan los viajes por Europa. 

 

No hay mejor manera de cohesionar un grupo que la victoria. O quizá sí, una victoria trabajada y sufrida acabada con una remontada súbita y un último cuarto demoledor (28-9), con 55 puntos tras el descanso tras haber alcanzado 30 en 20 minutos. El Unicaja perdía por nueve puntos mediado el tercer cuarto (38-47) tras un mate de Xavi Rey en contragolpe y después de un triple de Tomás Bellas (43-52). Sin aparentes soluciones cajistas, el Gran Canaria gobernaba el partido, se jugaba a su ritmo adecuado mientras el Unicaja flojeaba en su gran laboratorio de anotación, la defensa. Cuando es capaz de correr es porque atrás se asegura el rebote, porque antes se ha obligado a un mal tiro o se ha robado una bola. Y cuando una rápida transición acaba con el mate en carrera de un jugador de 222 centímetros es que todo fluye y el círculo se ha cuadrado. El ideal que imagina Mateo sucedió en apenas siete minutos. Su equipo pasó de perder por nueve puntos a ganar por la misma diferencia. 

El vértigo se apoderó del partido con un paso colectivo al frente del Unicaja. Aconteció algo parecido ante el Emporio Armani en la presentación. Llegó con más gasolina o tardó en descifrar el partido más de un tiempo. Pero entonces, el Unicaja resultó incontenible y el público, contemplativo hasta entonces, se activó. La pobreza atacante, la falta de fluidez y la marcha de menos en defensa desaparecieron. Darden fue constante y sostuvo al equipo cuando peor estaba. Garbajosa emergió con tres triples en la segunda mitad. Berni señaló el equipo y fue clarividente a la hora de crear y anotar. Valters fue valiente y tuvo personalidad. 

 

E irrumpió, gigantesco, Nedzad Sinanovic. El bosnio no admite término medio. Pero en sus días buenos es un arma de destrucción masiva como pocas. Hasta ahora en su carrera en la élite nadie había conseguido sacarle el jugo que le extrae Chus Mateo. Se hizo determinante en los dos lados. Y es que la ausencia de Freeland obligó a emplear durante 30 minutos a Garbajosa, a que Peric entrara cuarto en la rotación interior y dejara detalles interesantes (partido cuesta abajo, eso sí) en el cuarto final. 

Antes, durante 25 minutos el Unicaja remó río arriba, lucieron más los desperfectos y las dudas de la plantilla. Zoric parecía demasiado perdido aún, Fitch siempre desborda pero no siempre elige la mejor opción y a Rowland le falta adquirir regularidad aunque firmara números correctos. Si se tiene un 28% de acierto en tiros de campo, casi es una bendición perder por sólo tres puntos al descanso (30-33).

 

Se puede ser reduccionista y aseverar que la única diferencia fue el acierto, que en el primer tiempo se firmó 2/13 en triples y en el segundo 9/14. Pero es demasiado simple, hubo bastante más. Los tiros fueron más cómodos, la actividad fue otra. Y el marcador, evidentemente, también fue distinto. Tanto, que debutaron en partido oficial dos jugadores llamados a ser el futuro de este club, Alex Abrines y Ognjen Kuzmic.

Unicaja (18+12+27+28) 85: Rowland 4, Fitch 5, Darden 17, Garbajosa 9 y Zoric 5 -quinteto inicial-. Berni 11, Kuzmic 0, Sinanovic 14, Valters 12, Peric 8, Abrines 0 y Blanco 0.

Gran Canaria (17+16+26+9) 68: Bellas 7, Haynes 15, Martínez 0, Palacios 3 y Rey 8 -quinteto inicial-. Green 10, Savané 7, Bramos 7, Nelson 5, Beirán 4 y Ekperigin 2.

Árbitros: Martín Bertrán, García González y Soto.

Incidencias: Palacio de los Deportes Martín Carpena. Unos 9.000 espectadores en las gradas.

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